Música volcánica
Los políticos italianos andan muy ocupados este agosto, discutiendo el envío de tropas a Líbano. Pero a uno de ellos, el líder de la oposición parlamentaria, le sobra tiempo para otras cosas. Silvio Berlusconi ha exorcizado la pérdida del poder componiendo un ramillete de canciones que serán publicadas el próximo mes en un disco titulado Tempo di rumba.
Será la segunda obra del estadista, magnate y artista de variedades, que de joven cantaba en cruceros y hace tres años debutó en el negocio discográfico con una obra de discreto éxito, Mejor con una canción. La guitarra, como siempre, corre a cargo de Mariano Apicella, antiguo animador de veladas en un restaurante napolitano de Abu Dhabi.
Berlusconi anunció la reincidencia a un grupo de íntimos durante una espectacular fiesta celebrada
el pasado día 15 en su residencia de Porto Rotondo, en Cerdeña. La fiesta (a la que no faltó Apicella con su guitarra) fue muy lucida. Tanto, que numerosos vecinos de la isla avisaron a los bomberos. Ocurrió que Il Cavaliere quiso probar toda
la potencia del volcán instalado sobre una de las colinas de la finca (una cosa artificial, que se enciende y se apaga con un mando a distancia, pero a tamaño de naturaleza y vistosísimo) y puso al máximo el control
de emisiones de lava, cascotes y cenizas.
La erupción resultó altamente realista, hasta el punto que muchos la confundieron con un incendio forestal o un atentado. Los bomberos acudieron de urgencia a Vila Certosa, donde comprobaron que las explosiones y llamaradas eran de ánimo jocoso.
Berlusconi dispone en su finca sarda de todo tipo de entretenimientos. Además del volcán hay un anfiteatro griego (tan
artificial como el volcán) en el que la otra noche actuó Patty Pravo, gran número de piscinas a distinta temperatura y un acceso secreto desde el mar, inspirado en las películas de James Bond.
