Garzón autoriza la marcha, pero ordena que se prohíba si aparecen vínculos con Batasuna

El juez Baltasar Garzón autorizó ayer la segunda manifestación a favor de la autodeterminación convocada para el domingo en San Sebastián, pero condicionada a que no aparezcan elementos que la vinculen con Batasuna, en cuyo caso la Consejería de Interior, que dirige Javier Balza, deberá suspenderla de inmediato. Garzón reitera las advertencias a los cinco dirigentes de Batasuna que comparecieron en su juzgado de que responderán personal y penalmente de lo que pueda ocurrir, y ordena a los cuerpos de seguridad que abran diligencias sobre aquellos que no respeten los límites impuestos.

El juez acogió finalmente el criterio del fiscal, que a la vista de que los informes de la Policía, Guardia Civil y Ertzaintza no contenían elementos que vinculasen la segunda manifestación, convocada por María Jesús Aguirre Albistegui, con la auspiciada y posteriormente desconvocada por Batasuna, tuvo que informar a favor de su celebración.

Sin embargo, no fue una autorización adoptada automáticamente. El fiscal Juan Antonio García-Jabaloy pasó la mañana entrando y saliendo del despacho de Garzón, a la espera de los informes sobre una concentración desarrollada la tarde anterior en Bilbao en la que fue visto el dirigente Tasio Erkizia, que finalmente no dio el suficiente juego como para impedir la marcha. Y cuando estaba a punto de notificarse la autorización llegaron al juzgado noticias de que en el casco viejo de San Sebastián habían aparecido algunos de los antiguos carteles firmados por Batasuna, lo que paralizó la decisión del juez hasta que se aclaró que se trataba de un incidente aislado.

Finalmente, a primeras horas de la tarde Garzón notificó un auto de 17 folios cargado de precisas instrucciones a la Consejería de Interior del Gobierno vasco para suspender la marcha en caso de que ésta apareciese vinculada a Batasuna y de severas advertencias a la promotora de la manifestación y a los cinco dirigentes de Batasuna citados el pasado jueves.

La advertencia, que Garzón hace extensiva a los demás integrantes de la Mesa Nacional, les previene de que serán responsables en el caso de que Batasuna aparezca o se relacione con la marcha mediante "el apoyo, dinamización, desarrollo o participación representativa en el acto, ya mediante la concurrencia con símbolos, pancartas diferentes a las autorizadas, discursos o intervenciones que asuman la relación o responsabilidad de Batasuna en el acto". En general, todo lo que vaya "más allá de la mera asistencia, contra la cual, como acto libre y voluntario de cada persona, no puede adoptarse medida restrictiva alguna, dada la legalidad administrativa de la convocatoria".

El juez explica que del análisis de los escritos de la Ertzaintza, UCI y Guardia Civil "no puede concluirse que el acto actual y el desconvocado respondan a una misma finalidad" a pesar de la concurrencia de algunas circunstancias como la fecha de celebración, al inicio de la Semana Grande donostiarra. Añade después que al haber desaparecido los indicios de que Batasuna estaba detrás, "no se puede incurrir en una extralimitación injustificable con base a presunciones o criterios no jurídicos, sino políticos, para evitar un acto que se enmarca en el artículo 21 de la Constitución". El magistrado mantiene que no se puede restringir ese derecho aunque "múltiples personas puedan estar en desacuerdo" o incluso "les resulte inaceptable". "Pero hasta el momento" añade, "carece de relevancia penal".