José Antonio se queda sin un monolito en Aranjuez
El gobierno local de la localidad ribereña retira un monumento al fundador de la Falange
Tenía dos y ahora le queda uno. El traslado del cadáver de José Antonio Primo de Rivera entre Alicante, ciudad en la que murió el 20 de noviembre de 1936, y el Valle de los Caídos fue sembrando un reguero de monolitos erigidos en su recuerdo. En Aranjuez quedaban dos la semana pasada, hasta que el Ayuntamiento -gobernado por una coalición entre el PSOE e IU- retiró el más céntrico de ellos la madrugada del lunes. El otro pertenece al Ministerio de Fomento, por lo que el Consistorio no tiene potestad para retirarlo.
"Nos hemos deshecho del último símbolo del franquismo", puntualiza Dionisio de Haro, coordinador de IU en la ciudad del Tajo y cuarto teniente de alcalde. "Ya habíamos tomado esta decisión hace tiempo, pero el debate sobre la Ley de Memoria Histórica ha hecho que ahora nos decidamos a deshacernos de ese anacronismo", explica.
En la calle, la cosa no se vive con mucho dramatismo. Casi todos los ciudadanos consultados se manifestaban -tanto en contra como a favor de la medida- con un tono desapasionado y un cierto deje de "a mí qué más me da". "No veo normal que lo hayan quitado; si lo hemos tenido tantos años, no estaría tan mal", dice Antonio, jubilado de 74 años que lee un periódico en un banco justo enfrente de la base de cemento que queda como huella del monolito. Antonio, que recuerda haber visto pasar los obuses encima de su cabeza durante la Guerra Civil, dice no ser de un bando ni de otro: "Yo estoy de acuerdo con el régimen que me dé de comer".
Más vehemente se muestra José Antonio, metalúrgico de 43 años, vestido con bermudas en una tórrida mañana de Aranjuez. No se había enterado de que el monumento al fundador de Falange Española ya no está allí, pero nada más saberlo deja ver su satisfacción: "Es una etapa de España que hay que superar. Es lo mismo que si vas a Alemania y te encuentras con estatuas de Hitler". "Me parece estupendo que se lo hayan llevado, y si quitan el otro que queda, mejor", dice otro joven paseante. "Ya sabemos que no era un problema prioritario para los ciudadanos, pero que estuviera allí no dejaba de ser algo raro", afirma el concejal De Haro cuando se le pregunta por la decisión. De momento, el monolito descansará en dependencias municipales hasta que el Ayuntamiento decida qué hacer con él.
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