Hezbolá mata a 15 israelíes en su ofensiva más sangrienta
Líbano rechaza el plan de alto el fuego de Francia y EE UU
Jamás un Katiusha había causado una matanza como la de ayer en Israel. Cientos de reservistas aguardaban bajo un sol de justicia a que les tocara adentrarse en el infierno y descansaban antes del combate en el aparcamiento del kibutz de Kfar Giladi, a sólo 12 kilómetros de la frontera con Líbano. El cohete llegó sin avisar -en distancias cortas las sirenas nunca suenan a tiempo- e impactó de lleno sobre un grupo de militares.
"Parece un campo de batalla", dijo sin contener las lágrimas Simón Abutbul, el primer socorrista que llegó al lugar. Los cuerpos reventados y sin vida de 10 reservistas fueron cubiertos de inmediato con mantas, mientras la locura se adueñaba de sus compañeros, que trataban de atender a los heridos. Dos murieron a lo largo de la tarde. Fue el ataque más mortífero lanzado por Hezbolá en los 26 días de conflicto. Lejos de mostrarse debilitada por los ataques de Israel, la milicia chií de Líbano golpeó también en Haifa con una lluvia de misiles que anoche causó al menos tres muertos y decenas de heridos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.