Las adopciones internacionales se estabilizan

Tiene menos de dos años, es niña y muy probablemente china. Cada día del año pasado fueron adoptados en España 15 niños nacidos en países extranjeros y más de la mitad de ellos (2.753) procedía de dicho país asiático. Este número sitúa a España en una tasa de 12,3 adopciones por 100.000 habitantes, la más alta del mundo, según los datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. En Euskadi, como en el resto de España, la solicitud de adopciones internacionales (las nacionales son muy escasas) ha ido descendiendo, lo que ha ayudado a estabilizar la situación después de unos años con subidas considerables. La llegada efectiva de niños, sin embargo, ha crecido.

Vizcaya es la provincia que ha registrado un mayor descenso en las solicitudes internacionales: en 2005 se registraron 323, frente a las 401 del año anterior, con China a la cabeza (ver gráfico). Este descenso compensa los crecimientos de peticiones tanto en Guipúzcoa (212 el año pasado frente a 195 en 2004) como en Álava (130 frente a 106). En ambos casos, es también China, con mucha diferencia, el país que centra la mayoría de las solicitudes de los interesados en adoptar, seguida por Rusia.

Durante el primer semestre de 2006, las cifras no han variado mucho con respecto a las tendencias marcadas durante el año anterior tanto en Vizcaya y Guipúzcoa. En territorio vizcaíno se registraron entre enero y junio pasados un total de 173 solicitudes, la mayor parte de ellas de nuevo a China. En Guipúzcoa, el número se eleva a 110 peticiones de adopción. También en este caso fue el país asiático (67) el objetivo del interés de la mayor parte de las familias.

Entre todos estos datos destaca la práctica desaparición de niños rumanos del sistema debido a un cambio en la normativa local. Esta práctica suele ser habitual en países del Este de Europa que han sufrido o que están en inmersos en algún tipo de conflicto, ya que la familia del niño podría estar desperdigada y aparecer pasado el tiempo.

El hecho de que sea China el país que más solicitudes de adopción recibe se debe a que los trámites burocráticos funcionan con mucha más fluidez que en otros lugares en esta materia. El tiempo de espera para conseguir un niño -especialmente una niña, en el caso del país asiático- es de un año aproximadamente y su coste, entre trámites burocráticos en España y los gastos en el país asiático (viaje, estancia y gastos administrativos) se aproxima a los 8.000 euros.

Todos estos datos han sido proporcionados por las tres diputaciones, que son las instituciones de las dependen las adopciones tanto nacionales como internacionales. En el primer caso, la Diputación correspondiente recorre todo el camino burocrático desde la presentación de la solicitud hasta la materialización de la misma pasando por la elaboración de expedientes y entrevistas con los padres solicitantes.

En el caso de la adopción internacional, la institución foral elabora un certificado de idoneidad de los padres adoptantes que se deberá entregar a las autoridades del país correspondiente. Estos trámites los pueden cubrir los padres por libre, bien con el apoyo de la entidad pública, bien a través de una de las siete agencias (ECAI) que están acreditadas en el País Vasco desde 1997 para tramitar los certificados de adopción en el extranjero. Muchos países no aceptan las gestiones si no se realizan con la mediación de una agencia de este tipo.