"Múnich' es una película necesaria, igual que 'Salvador"
El cineasta Manuel Huerga elige creaciones de tres autores estadounidenses
Acaba de llegar de Londres y sale volando hacia China, donde piensa pasar unos días de merecido asueto, ya que el año pasado se quedó sin vacaciones. Manuel Huerga (Barcelona, 1957) consumió todo el verano en su ciudad rodando la película Salvador, inspirada en la dramática vida del joven anarquista Salvador Puig Antich, uno de los últimos ejecutados por el franquismo. Se le dio garrote vil. Corría el 1974 y Puig Antich tenía sólo 25 años. El próximo 15 de septiembre se estrena comercialmente este filme,en el que el actor alemán de madre española Daniel Brühl encarna al protagonista, después de haber sido presentado en la última edición del Festival de Cannes.
Pese al fascinante plan de viaje que le aguarda, el cineasta no puede apartar de su mente ese día de septiembre: "Ojalá guste la película, todo el mundo tiene puestas muchas esperanzas en ella, en Cannes funcionó fenomenal y vamos a salir con más de 200 copias...". Mientras tanto, Manuel Huerga -que debutó en el cine en 1994 con Antártida, tras dirigir las ceremonias de los Juegos Olímpicos de Barcelona, y que más tarde rompió los esquemas de lo que es una programación televisiva al uso convirtiendo la de la cadena local Barcelona Televisió en una sucesión de píldoras temáticas- acepta gustoso la propuesta de hablar de sus tres tesoros. Precisa, sin embargo, que prefiere comentar el disco, el libro y el DVD que ha saboreado últimamente antes que citar "la canción, el autor o la película" de su vida, algo que le parece "demasiado trillado".
Nihilismo juvenil
Un cabo suelto, del anárquico escritor estadounidense Dennis Cooper, es el libro que Huerga tiene encima de la mesilla de noche. Novela basada en los trágicos sucesos de Columbine, donde unos adolescentes cometieron una matanza en un instituto de secundaria, la trama dibuja un desolado paisaje, el de una sociedad contradictoria y sin valores que propicia esta clase de violencia extrema. "Es un libro muy cinematográfico", describe el director de cine. "La obra de Cooper me recuerda mucho el cine de Larry Clark o de Gus van Sant, y, como ellos, aborda el mundo de los jóvenes". Dennis Cooper es considerado el gurú de la llamada generación X estadounidense, y precisamente su forma de retratar la frustración de jóvenes empujados sin remedio a la delincuencia es lo que más le interesa a Huerga de este autor, aparte de su manera de escribir. "Esa tendencia nihilista de los jóvenes que describe parece muy típica de los Estados Unidos, pero cada vez se extiende más por todas partes", afirma el cineasta.
En cuanto al disco preferido por Huerga a día de hoy, el último de Bruce Springsteen, "We shall overcome: the seeger sessions, casi lo tiene gastado de tanto escucharlo. "Soy un brucero de pro, y este año he tenido muchísima suerte: el Boss actuó en Badalona hace tres meses y en octubre vuelve a Barcelona, en una gira que lo llevará por toda España", se felicita. Y a propósito de We shall overcome..., añade: "Springsteen ha tenido un gran acierto al recuperar canciones populares y reinventar su sentido y su intención. Me parece una apuesta muy, muy interesante". Sobre el inspirador de este trabajo, Pete Seeger, apunta que se trata de un auténtico icono para los de su generación. "Su música tiene el valor de lo que significó en un determinado momento, como la de Moustaki, Dylan o Llach".
A la hora de elegir un DVD duda entre Crash, de Paul Haggis, y Múnich, de Steven Spielberg, pero puesto que el primero no saldrá en España hasta septiembre, opta por el filme sobre la masacre de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972. "En Múnich encuentro bastantes puntos de contacto con Salvador. Ambas son películas necesarias. Una de las misiones del cine es iluminar acontecimientos y hechos que de otra forma la gente ignoraría o no conocería suficientemente", asegura. Por lo que respecta a Spielberg, tiene sentimientos encontrados: "A veces hace cosas muy comerciales, pero de tanto en tanto se compromete, y éste es el feliz caso".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.