La juez imputa por abusos a un mando del centro de extranjeros de Málaga tras oír a dos nuevos testigos

La titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga imputó ayer por abusos sexuales al jefe de seguridad del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE), que quedó en libertad con cargos tras prestar declaración. Los hechos que se le imputan no están relacionados con las "fiestas nocturnas" en las que supuestamente se produjeron contactos sexuales entre las internas y algunos agentes del Cuerpo Nacional de Policía encargados de su custodia.

El mando policial fue llamado al juzgado después de que dos nuevas inmigrantes, de nacionalidad búlgara, declararan que habían sufrido "tocamientos". Una de ellas, que ingresó en el CIE a mitad de julio, señaló a la Policía que el lunes siguiente a su llegada fue llamada "a un despacho del centro". Frente al ordenador estaba sentado un agente de paisano -que en el juzgado identificó como el imputado-. El policía le tocó "los pechos" y "la vagina por encima del pantalón" mientras le decía "tranquila, tranquila, no pasa nada", según su declaración policial.

La otra testigo, que ingresó en el CIE a finales del pasado junio, señaló que un agente fue a buscarla a su habitación y la condujo a otra donde le aguardaba un "hombre vestido de paisano" -también identificó ayer al jefe de seguridad-. El agente le comentó "que quería ver si era tan bonita en persona como en la fotografía" que le habían hecho al detenerla. Le acarició "en la cara y en el cabello" y le dijo "que era muy guapa y que él le podía dar la libertad", según consta en su declaración policial.

El jefe de seguridad del CIE declaró ayer en el juzgado "que todo es falso y no sabe por dónde le vienen las denuncias", según manifestó a la prensa su abogada, Montserrat Pascual. La letrada recordó además la colaboración de su cliente con la investigación. Este mando policial fue quien denunció las presuntas "irregularidades" en el centro de inmigrantes después de que le avisara un abogado, según consta en un atestado policial del 19 de julio. También "detuvo a sus propios compañeros", dijo su abogada.

Hasta el momento han testificado ocho internas en calidad de testigos protegidos durante la instrucción del proceso. Una de las dos que acudieron ayer al juzgado hizo referencia a las fiestas del CIE en la declaración policial previa. Una noche vio como dos agentes llegaban con varias internas de las habitaciones contiguas "a las cinco de la madrugada". Algunas de las chicas "olían a alcohol y tenían los ojos rojos". Indicó que otro día estaba en la ducha cuando un agente abrió la puerta y le dijo que fuera a comer "mientras la miraba de arriba a abajo". En su declaración policial, identificó al policía como Cristóbal, uno de los dos funcionarios señalados en el auto judicial como los supuestos organizadores de los encuentros nocturnos.

Tres policías permanecen en prisión preventiva desde el 23 de agosto imputados por abusos sexuales y contra la integridad moral. Además del jefe de seguridad, otros cuatro agentes están en libertad con cargos por omisión del deber de impedir delitos. Queda pendiente la declaración de un nuevo policía que debía comparecer ayer como imputado. Su declaración fue suspendida igual que la de otros cuatro testigos protegidos. Su comparecencia está prevista el próximo día 8 de agosto.