Un tribunal de Moscú declara la bancarrota de Yukos
No hubo sorpresas en el destino de la agonizante petrolera Yukos. El Tribunal de Arbitraje de Moscú declaró en bancarrota a la ex compañía del encarcelado multimillonario Mijaíl Jodorkovski lo que permitirá a los acreedores iniciar el proceso de liquidación del que fuera el mayor productor ruso de petróleo y dejará a Gazprom y a Rosneft en excelente posición para hacerse con activos.
El tribunal mantuvo como gerente interventor a Eduard Rebgún. Precisamente, la reunión de acreedores, celebrada la semana pasada en Moscú, se pronunció por la quiebra de Yukos y por el nombramiento de Rebgún. Los jueces rechazaron la petición de la compañía de aplazar la decisión y hacer un receso hasta el lunes próximo con el fin de dar tiempo a que otros tribunales se pronuncien sobre otras apelaciones.
La decisión del tribunal moscovita inicia la liquidación definitiva de Yukos y abre la vía para vender el resto de los activos que aún posee para cubrir parte de las deudas. La bancarrota fue aprobada la semana pasada por los acreedores después de que Rebgún dijera que la compañía debe más que el valor de sus activos. Menatep, el principal accionista de Yukos, considera que Rebgún ha infravalorado la petrolera y acusó al Kremlin de arruinar esa petrolera por razones políticas. Steven Theede, hasta entonces su máximo ejecutivo, se negó a participar en aquella reunión para no legitimar lo que él consideraba "una farsa".
Desmantelar la empresa
Drew Holiner, uno de los abogados de Yukos, declaró ayer que "la compañía tiene intenciones de apelar la decisión" sobre la declaración de bancarrota, para lo cual la ley rusa otorga el plazo de un mes. No obstante, las posibilidades de éxito son prácticamente nulas. Para Holiner no hay duda de que Rebgún tratará de desmantelar Yukos en el plazo más corto posible. "La tarea del interventor es vender lo más rápido posible los activos para pagar las deudas. Él no esperará a que el mercado sea favorable", opinó el abogado.
Los analistas piensan que la compañía que cuenta con el monopolio del sector del gas, Gazprom, y la estatal Rosneft, que compró en 2004 la unidad de Yukos Yuganskneftegaz, serán las más beneficiadas con la venta de los activos del grupo energético. Rosneft es en la actualidad el segundo mayor acreedor de Yukos, sólo por detrás de los servicios fiscales federales, y su posición puede ganar fuerza si el 10 de agosto un tribunal admite una deuda adicional de otros 6.000 millones de euros.
La bancarrota de Yukos pone fin a una compañía que llegó a ser la más importante y eficaz de Rusia. Las ambiciones políticas del magnate petrolero fueron vistas por el Kremlin como un peligroso desafío y Jodorkovski fue acusado de evasión de impuestos y estafa. Detenido en otoño de 2003, fue declarado culpable y condenado a ocho años de prisión.
Por otro lado, Gazprom anunció ayer que duplicó su beneficio semestral hasta 6.606 millones de dólares, 5.172 millones de euros.
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