El PNV quiere un Estatuto con un "ámbito competencial pleno"
Imaz dice que en dos años los vascos definirán su nuevo pacto
El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, puso ayer fecha para el nuevo acuerdo político de convivencia que deberá servir para la siguiente generación de vascos: antes de los próximos comicios autonómicos, dentro de dos años. Imaz, que defendió la vía del pragmatismo para lograr una sociedad cohesionada, porque sin cohesión no hay "nación democrática", dijo que "el nuevo estatuto" deberá tener un "ámbito competencial pleno necesario para desarrollar la identidad vasca" en un mundo abierto.
El máximo dirigente del PNV aprovechó ayer el discurso anual en la conmemoración de la fundación de su partido para poner boca arriba las cartas que llevará su formación a la mesa de partidos. Grandes dosis de pragmatismo, dijo, con una firmeza en los principios. Sin miedo al acuerdo con el diferente porque "sólo quien confía en su proyecto para este país sale tranquilamente a campo abierto convencido de que tiene mucho más para ganar que para perder", precisó.
Y en un discurso abierto y pragmático reiteró que en la actual "encrucijada política" no es el momento de la trinchera. Más bien son tiempos de "ir en busca del adversario político", pero no para batirle, sino para "encontrarnos en un suelo común". Si el presidente Zapatero ha fijado que en un año será posible encauzar la negociación con los terroristas, Imaz puso fecha al acuerdo político en Euskadi. Un pacto que como mimbres deberá llevar los valores de la democracia, la decisión y el autogobierno y la identidad y el compromiso. "En dos años vamos a definir el futuro de la convivencia de los vascos en el primer cuarto del XXI", pronosticó.
El objetivo final de ese acuerdo sería llegar a ser un "pueblo plural, pero homogéneo, superando o aminorando las divisiones internas que padece". Idea que el PNV ya defendía en su manifiesto para el Aberri Eguna de 1998. Palabras que Imaz apostilló ayer con un llamamiento a la cohesión de la sociedad vasca, "una prioridad a la hora de abordar cualquier acuerdo de bases para superar el contencioso político". Pese a su discurso integrador, el líder peneuvista reivindicó la memoria histórica. Recordó que el PNV acertó al apostar por la República contra el golpe militar de 1936 y también cuando en 1978, fallecido el dictador, "organizó la primera manifestación contra ETA". Imaz, quien aseguró que "posiblemente estemos en el umbral del final definitivo de la violencia", reprochó a ETA haber seguido con las armas, un "profundo error político" que además causó un daño moral "a la causa nacional vasca". Pero dejó claro que se está acariciando su final por la "fortaleza y superioridad" de la sociedad vasca y sus instituciones. "Es la victoria de los que hemos antepuesto la libertad al totalitarismo", explicó. Fue en este momento cuando glosó la figura del dirigente Gorka Aguirre, imputado por colaboración con banda armada en el sumario contra la red de extorsión. Y cosechó la única ovación entre los asistentes al acto, en Sabin Etxea, sede central del PNV. "Nos sentimos orgullosos de la mirada limpia, la honestidad y el compromiso por la paz de este país de Gorka Aguirre".
Presionar a Zapatero
El presidente del PNV en Guipúzcoa, Joseba Egibar, evitó ayer a toda costa dar motivos para la polémica durante el acto que su partido celebra cada año en Mutriku (Guipúzcoa), informa Maribel Marín. Desde el minuto uno dejó claro que el PNV es "un partido único con una única opinión", alejando los fantasmas de la división aireada el año pasado cuando chocó con Imaz por la cosoberanía. Empezó así un enfático mitin en el que transmitió dos mensajes claros. El primero, que hay que presionar a Zapatero para avanzar en un proceso de paz respetuoso con la decisión de los vascos. "¿Alguien piensa que si no se va a mover? Ha diseñado un proceso lento y tedioso para adormecer al pueblo vasco", dijo. Egibar no contempla la marcha atrás en este proceso. Fue su segundo mensaje. "Nuestro objetivo es que el alto el fuego sea definitivo. Habrá que hacer todo lo posible para que nadie vuelva a empuñar las armas, aunque no se resuelva el problema político".
Bases del Estatuto
Josu Jon Imaz bajó ayer al terreno concreto a la hora de llenar de contenido el nuevo estatuto al que aspira el PNV y que deberá conformar "de forma democrática" una "euro-región vasca desde el Adour hasta el Ebro". Junto a la defensa del "ámbito competencial pleno", exigió un Concierto Económico blindado, "cuyas decisiones normativas tengan carácter de ámbito fiscal propio" y cuya defensa en Europa se pueda realizar por las vías que usan los Estados.
El PNV defenderá una capacidad competencial en materias económicas, medioambientales y formativas, además de un "sistema social y de Seguridad Social, complementado con una política fiscal solidaria". El acuerdo del nuevo estatuto, que será posterior al pacto político de convivencia, contemplará "garantías jurídicas plenas y sistemas de arbitraje bilaterales" sobre su cumplimiento. Y una política abierta de cooperación en ámbitos culturales, económicos y sociales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.