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Lubasa y PGP cobrarán un 2% de los ingresos del casino por el juego

Además del alquiler de 600.000 euros, recibirán un 3% del negocio hostelero

María Fabra

El contrato de arrendamiento entre el grupo Orenes Franco y Puerto Azahar (formada por Lubasa y PGP), para el local en el que se ubicará el casino de Castellón, no sólo incluye un canon anual de 600.000 euros, sino que prevé otros dos cánones variables. Puerto Azahar percibirá el alquiler y un 2% de los ingresos netos obtenidos en las mesas de juego y las máquinas, al que se sumará un 3% de los ingresos por las actividades hosteleras.

El acuerdo se firmó entre ambas mercantiles para la ocupación de un espacio propiedad del puerto, que percibe como canon fijo alrededor de 50.000 euros anuales por la concesión otorgada a Puerto Azahar. El puerto también percibirá un canon variable en el momento en el que se ponga en marcha la actividad y que se fijó, según la concesión otorgada a la mercantil, en un 2% sobre los ingresos que perciba el adjudicatario por la explotación.

Es decir, el puerto recibirá algo más de 50.000 euros anuales más el 2% del arrendamiento y de lo que Puerto Azahar perciba por la aplicación de los cánones variables, mientras que Lubasa y PGP cobrarán 600.000 euros anuales más el 98% de los cánones que se aplicarán a los ingresos de Orenes Franco.

La operación provocó que José Luis Peralta, uno de los representantes socialistas en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Castellón, que ha dado vía libre a la instalación del casino, tildara el negocio de "pelotazo".

En cualquier caso, la ubicación del casino en el puerto y la inversión anunciada por Orenes en las antiguas atarazanas dependen de un informe que ha de redactar la abogacía general del Estado a petición de Puertos del Estado. El informe se solicitó dada la inseguridad jurídica que planteaba la decisión del consejo de administración, en el que se aprobó una modificación de la concesión para hacer posible el proyecto con el que Orenes ganó la licencia de casino otorgada por la Consejería de Economía.

Además, la Generalitat se tendrá que enfrentar al recurso anunciado por otra de las ofertas, la del grupo Perelada, que fue descartada por Economía. Este grupo pugnaba por instalar el casino en el Hotel del Golf, también en el distrito marítimo, con el que tenía firmado un preacuerdo de compra. Planteaba, además, la intervención del arquitecto Jean Nouvel.

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Uno de los argumentos que utilizará este grupo será el de la disponibilidad del espacio que requería el concurso de casino. A su entender, en el momento de la adjudicación, Orenes no cumplía con este requisito, ya que fue necesaria una modificación de la concesión, aprobada el pasado viernes, con el fin de que este grupo pudiera acceder al espacio que tenía previsto según su proyecto.

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