Montserrat Caballé vuelve con Mozart al Festival de Peralada

La energía, alegría y optimismo que transmite Montserrat Caballé deja pocos resquicios a la nostalgia. Ella mira al futuro, y ahora, cuando se cumplen 20 años de su debut en el Festival de Peralada (Alt Empordà), lo celebra hoy al pie del cañón con un doble concierto dedicado a Mozart. La soprano destacó ayer el objetivo benéfico del primer concierto, cuya recaudación se destina al laboratorio del Hospital Sant Joan de Déu, que trabaja en la mejora del diagnóstico y tratamiento del cáncer infantil. "Es hermoso poder divertir a la gente, pero aún más hacer algo útil por los niños enfermos", afirmó Caballé, quien compartirá escenario con su hija, Montserrat Martí.

Caballé espera vivir hoy una jornada cargada emoción en Peralada. Hace 20 años fue la gran protagonista del concierto inaugural, que estuvo consagrado al Réquiem de Mozart, y lo rememora esa primera velada con la música de Mozart de nuevo en los atriles y por partida doble: una sesión de cámara, por la tarde, con un quinteto vocal, y por la noche, un concierto con la Misa de la Coronación, con el Coro de Cámara del Palau de la Música y la Orquesta de Cadaqués, dirigidos por José Collado. La soprano Begoña Alberdi, el tenor Alejandro Guerrero y el bajo Antonio De Gobbi completan el elenco vocal.

La diva catalana recuerda "con cariño y emoción" aquel primer concierto, en 1987. "Salió tan bello que no dejas de sentir miedo al repetirlo 20 años después, pero las obras son distintas y en el escenario están mi hija, y un equipo de artistas que hemos ensayado con toda la ilusión del mundo". "También recuerdo ese concierto, pero entonces yo estaba de público", tercia su hija, la también soprano Montserrat Martí.

Mucho más delgada -ha perdido 30 kilos- y muy relajada, Caballé no cabía en sí de gozo al hablar de la inminente boda de su hija, que contraerá matrimonio el próximo 14 de agosto con Carlos de Navas Mir, amigo suyo desde su infancia. La ceremonia tendrá lugar en el Monasterio de Ripoll el mismo día en el que hace 42 años se casaron sus padres, Montserrat Caballé y el tenor Bernabé Martí.

"Para cualquier madre, la boda de una hija es muy especial, y la espero con emoción y alegría. Y aún será más especial porque se celebra el mismo día en que nos nos casamos sus padres. Fue un día muy caluroso, pero llovió un poco y refrescó el ambiente. Ojalá lloviera un poco estos días. Será un día muy feliz. Ya he visto el traje de la novia y está guapísima. Es bonito, elegante y lo luce muy bien", afirmó Caballé exultante.

Caballé habló de Mozart, de sus proyectos -"un oratorio por la paz en el mundo que está componiendo Vangelis para ser estrenado en 2008 en territorio palestino-israelí- y la celebración, el próximo 17 de noviembre en la Ópera de Basilea (Suiza) del 50º aniversario de su debut operístico absoluto. "Recuerdo el miedo que pasé, con La bohème. Un crítico dijo que canté bien, con dulzura, pero que debía aprender a no llevar el compás con la mano mientras cantaba. Tenía razón", dijo entre risas.

El homenaje en Basilea es una iniciativa conjunta de todos los teatros suizos en los que desarrolló los primeros años de su carrera. "Canté sin cesar óperas de Mozart y Richard Strauss, eso me hizo conocida. Mozart es juguetón con las voces, está lleno de gracia y humor, porque también se divertía cuando escribía obras serias. Por eso cantar Mozart siempre es entrañable para mí", asegura.

Entre sus próximos proyectos destacó su debut en un papel cómico en abril de 2007 en la Ópera de Niza -"hago de mamá en La hija del regimiento [de Donizetti] coproducido por el Covent Garden de Londres y la Metropolitan Opera House de Nueva York"- y el rescate de un título olvidado de Donizetti, Maria Padilla, que proyecta cantar con su hija, aunque no desveló en qué teatros.