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Reportaje:

Mareo en Hondarribia

El debate sobre la ampliación de la pista del aeropuerto cumple cinco años, con cambios de criterio y posturas enfrentadas

Los vecinos del barrio irunés de Mendelu se agarran como a un clavo ardiendo a la carta que hace unos días recibieron del Ministerio de Fomento, en la que éste les comunica que no alargará la pista del aeropuerto de Hondarribia. El barrio, en el que viven cerca de un millar de personas, "está más tranquilo", asegura Javier Campos, portavoz de la coordinadora contra la ampliación del aeródromo. Pero los vecinos también son conscientes de que los políticos "hoy dicen rojo y mañana pueden decir verde o amarillo", así que no bajan la guardia.

No es para menos, a la vista de las vueltas que está dando el debate sobre la prolongación o no de los 1.754 metros de la citada pista, encajada entre el mar y la regata de Jaizubia. La alarma saltó hace cinco años, cuando el Gobierno central, entonces en manos del PP, aprobó un Plan Director para el aeropuerto que contemplaba alargarla 600 metros hacia Mendelu. Este aumento, según defendieron los populares, era preciso para que los aviones de más de cien pasajeros pudieran aterrizar cumpliendo las normas de seguridad de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI). Esas normas, pendientes de entrar en vigor, contemplan para Hondarribia unas franjas de seguridad de 300 metros, 150 en cada extremo.

Los vecinos afectados se aferran al último plan de Fomento, que descarta la ampliación

El rechazo, tanto de los vecinos como de las instituciones vascas, fue unánime. Los responsables del Gobierno vasco, la Diputación de Guipúzcoa y los ayuntamientos de Irún, Hondarribia y San Sebastián suscribieron en 2002 un comunicado en el que se oponían al plan del PP porque conllevaba el derribo de Mendelu, impedía construir la variante de conexión entre Irún y Hondarribia y provocaba "graves" afecciones medioambientales. Apostaban además por operar con aeronaves más pequeñas para cumplir con la OACI y por aumentar las frecuencias.

Dos años más tarde, con el PSOE en el poder, el Congreso, con el voto en contra del PP, aprobó una proposición no de ley en la que instaba a Fomento a modificar el Plan Director de los populares. Le pedía que acometiera todas las medidas dirigidas a incrementar la seguridad y modernización del aeródromo, pero que renunciara a la ampliación de la pista.

Fomento presentó hace unos meses un proyecto de Plan Director que pasaba por mantener la longitud actual de la pista, pero reservando 300 metros para las franjas de seguridad. Entonces las posiciones empezaron a girar. La Diputación protestó, porque la propuesta ministerial suponía "acortar" el espacio operativo del aeropuerto. Y empezó a defender un camino "intermedio": alargar la pista 300 metros hacia Mendelu para habilitar esas zonas de seguridad. Esta idea encontró el apoyo del alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, en contra entonces de la opinión oficial de su partido.

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¿Por qué este cambio? El portavoz foral, Koldo Azkoitia, sostiene que la Diputación "no ha cambiado de opinión", sino que ha respondido a "una interpretación restrictiva" de Fomento. "No esperábamos que fuera a hacer un planteamiento que acortara la pista", argumenta.

El caso es que Fomento, ignorando el llamamiento de la institución foral y de Elorza, aprobó a mediados de julio el nuevo Plan Director, en el que se descarta alargar la pista, porque produciría "afecciones ambientales, urbanas y acústicas".

La Diputación, que seguirá defendiendo su idea con el apoyo de las principales entidades económicas de Guipúzcoa, subraya que reducir la longitud operativa de la pista supone "limitar" el potencial del aeropuerto, pues impediría que operaran reactores. Y minimiza las afecciones de su proyecto, que, dice, obligaría a derribar media docena de empresas de Mendelu, pero no tocaría las viviendas. En contra del criterio de Fomento, vecinos y ecologistas, afirma también que no dañaría el ecosistema protegido de la bahía de Txingudi y que "la huella acústica sería la misma" que ahora.

Azkoitia explica que cuando conocieron la decisión del ministerio estaban conversando con los ayuntamientos de Irún y Hondarribia para tratar de "compatibilizar" la ampliación de la pista con los planes de ambos municipios. Han hablado, detalla, de un nuevo trazado para la variante, del realojo de las empresas y de la configuración de Anaka, donde Irún prevé levantar 750 viviendas protegidas.

"Matización" del PSE

Hasta hace escasas fechas, el único líder socialista que defendía públicamente la ampliación de la pista del aeródromo de Hondarribia era el alcalde donostiarra, Odón Elorza. De hecho, el pasado 19 de julio Manuel Huertas, diputado por Guipúzcoa y miembro de la ejecutiva del PSE, aplaudió la decisión de Fomento de dejar la plataforma como está y desautorizó a Elorza.

Sin embargo, apenas una semana después, el secretario general de los socialistas de Guipúzcoa, Miguel Buen, el senador por esta provincia Alberto Buen, Elorza y el alcalde de Irún, José Antonio Santano, acordaron un texto en el que "matizan" (nadie reconoce haber cambiado de opinión) la postura de la formación. Así, dejan abierta la puerta al alargamiento de la pista, siempre que se alcance "un amplio consenso" interinstitucional que haga "compatible" dicha ampliación con el desarrollo urbanístico de Irún y el respeto a la calidad de vida de sus vecinos y de los de Hondarribia.

Subrayan que si se alcanza dicho consenso, al que también apela la Diputación, habrá que recurrir de nuevo al Congreso para instar otra vez al Gobierno central a que modifique el Plan Director del aeropuerto, aunque esta vez en sentido contrario. El PP ya ha presentado una proposición no de ley para debatir el tema.

Mientras, el alcalde de Hondarribia, Borja Jauregi, del PNV, elude entrar en el debate y recuerda que él no presentó alegaciones al plan socialista. El Gobierno vasco prefiere no centrar el debate en la pista, porque cree que despista la atención de otras necesidades, como la descentralización de la gestión de los aeropuertos o la urgencia de mejoras en el aparcamiento o los sistemas de navegación. Aún así, "si se reúnen las condiciones", no dirá que no a la ampliación.

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