La conexión alemana y Landis

La policía alemana colabora activamente con la Guardia Civil en las investigaciones para desarticular la red paneuropea de dopaje cuyo núcleo madrileño, dirigido por Eufemiano Fuentes, cayó en la Operación Puerto, y cuya cúpula italiana, y sus relaciones con la española, está en el punto de mira de la fiscalía de Bérgamo.

Después de intercambiar informaciones con la fiscalía de Bonn, los investigadores españoles ha identificado a un médico de un hospital público de una pequeña ciudad de Alemania que, según las pruebas recogidas, actúa como distribuidor de sustancias dopantes al grupo de Eufemiano y a otras redes europeas. El producto estrella de este médico es una EPO supuestamente indetectable. Según fuentes de los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que continúan descifrando agendas, documentación, mensajes de teléfono móvil y escuchas telefónicas, cuatro grupos de especialistas en dopaje llegaron a un acuerdo, a una especie de franquicia, para disponer de la exclusividad de este producto en Europa. Uno de ellos sería el de Fuentes en Madrid.

En la fiscalía de Bonn la investigación de las ramificaciones alemanas de la Operación Puerto se ha asumido con gran vigor. Fue allí donde la criminóloga y catedrática de la Universidad de Bielefeld Britta Bannenberg presentó una denuncia por estafa contra el ex director del T-Mobile Rudy Pevenage y los ciclistas Jan Ullrich y Óscar Sevilla, presuntamente implicados en la trama de Eufemiano Fuentes. Y es desde allí desde donde la Guardia Civil ha recibido ayuda para desbrozar otra vía investigadora y que, según sus datos, podría llevarles a establecer una conexión con Floyd Landis, el ciclista norteamericano que recibió la noticia de un control anormal por testosterona pocos días después de ganar el Tour de Francia.

El miércoles pasado, cuando medio mundo se preguntaba quién sería el ciclista positivo en el Tour y el otro medio quería saber dónde se encontraba Landis, quien había suspendido su participación en un critérium en Holanda alegando dolores de cadera, varios compañeros del Phonak comentaron que lo único que sabían era que Landis había acudido a visitar a su médico en Alemania para que le revisara. Y ahora la Guardia Civil quiere saber si ese médico es el mismo que el que le efectuaba el seguimiento fisiológico y al que había acudido después de recibir la recomendación de un compañero de equipo que antiguamente había mantenido relaciones con Fuentes. Y también quiere saber si es verdadera su sospecha de que el mismo médico pertenece al grupo alemán que mantiene relaciones con el grupo de Eufemiano. La Guardia Civil se apoya en una conversación interceptada en la que Eufemiano o alguno de sus colaboradores indicara después de su detención a los deportistas con los que trabajaba que mientras Madrid continuara cerrado todo estaba preparado para continuar con los tratamientos en Alemania.

El análisis de la orina de Landis tras la etapa del Tour con final en Morzine devolvió un resultado anormal por testosterona. Algunos especialistas, al conocer la noticia, descartaron la utilidad de esta hormona anabolizante tanto para los deportes de resistencia como para el Tour, pero en los papeles incautados a Fuentes y en los que figuraban los tratamientos dopantes recomendados a varios corredores en los últimos años se observaba cómo el médico recetaba testosterona tanto durante la pretemporada y los meses de mayor carga de entrenamiento, en forma de alubias, cápsulas de Andriol importadas de Portugal, como durante la disputa de carreras por etapas, en forma de parches cutáneos colocados en la zona perineal tanto en las etapas más duras como en los días siguientes, para acelerar la recuperación.

El contraanálisis solicitado por Landis al laboratorio parisino de Chatenay-Malabry, el mismo del primer análisis, tendrá que esperar posiblemente al mes de septiembre, a menos que tenga lugar hoy, ya que el centro cierra en agosto.