Barcelona, una ciudad más amable
Barcelona ha logrado en los últimos 10 años hacer la ciudad más amable para las personas con problemas de movilidad. Un plan municipal trabaja desde 1995 para eliminar barreras arquitectónicas en calles, red de transporte, equipamientos e incluso playas.
De los 34.768 vados que existen en las aceras de la ciudad, sólo quedan 1.280 sin adaptar, por lo que la inmensa mayoría de calles son franqueables para las sillas de ruedas. Con todo, habrá zonas de la ciudad que no se podrán adaptar porque están en una pendiente de más del 12%.
La flota actual de 1.200 autobuses urbanos está adaptada en un 90%, y el 10% restante está en proceso. En el metro, el transporte más retrasado en la eliminación de obstáculos, 50 de las 128 estaciones cuentan con ascensores y 50 más están en obras para su instalación. Quedan 21, en las que las medidas de accesibilidad aún están en proyecto, y siete que al ser de nueva construcción ya se diseñan con ascensores.
La adaptación de la red de metro, iniciada esta legislatura, es la más costosa económicamente y supondrá una inversión de 100 millones de euros para la eliminación de las barreras arquitectónicas.
En cuanto a la red de los Ferrocarriles de la Generalitat (una red de metro y trenes de cercanías que comunica el centro de Barcelona con algunos barrios y ciudades cercanas), tiene 50 de sus 72 estaciones adaptadas, 15 en obras, cinco en proyecto y dos son de nueva construcción.
En las playas de la ciudad hace años se han ido introduciendo medidas de mejora para las personas disminuidas y tres de ellas -la Barceloneta, Nova Icaria y la zona de baños del Fórum- tienen vestuarios adaptados y duchas y rampas para acceder a la arena. Además, en las tres hay sillas neumáticas para introducirse en el mar con la ayuda, si es necesario, de voluntarios de la Cruz Roja. En las tres también hay espacios de aparcamiento reservados para minusválidos.
En los parques existen recorridos adaptados con rampas y 1.151 semáforos cuentan con señales acústicas para invidentes.
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