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Entrevista:BEATRIZ GRANDE | La renovación del Consejo del Poder Judicial

"El Poder Judicial es un reflejo extremo del Parlamento"

Fernando Grande-Marlaska reconoce que está más tranquilo y tiene más tiempo desde que dejó el Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, donde sustituía a Baltasar Garzón. En pleno proceso para el fin del terrorismo, renovó la suspensión de actividades de Batasuna, cercó judicialmente a los dirigentes de la formación que la desafiaron y desmanteló la red de extorsión de ETA. Ahora compatibiliza su trabajo en la Sala Penal con su campaña como aspirante al CGPJ. "Aún no he conseguido quitarme el mono", dice en alusión a su anterior destino.

Pregunta. ¿Qué es lo que le ha impulsado a ser candidato?

Respuesta. Intentar dar un cambio a lo que el Consejo ha sido hasta ahora. Parece una traslación del Parlamento al gobierno de los jueces y magistrados. Yo creo que eso es absolutamente negativo y que puede llegar a pervertir el ejercicio de la función jurisdiccional. El Consejo tiene una naturaleza política desde el momento en que es elegido por el Parlamento pero hay que evitar que se olvide su faceta estrictamente profesional en tanto que gobierno de jueces y magistrados. En los nombramientos debería regir el mérito y la capacidad independientemente de que los candidatos estén o no asociados. Lo que se está haciendo ahora es un reparto de los puestos de designación discrecional entre las diferentes asociaciones. Eso ocurre no sólo en los nombramientos, sino en el conjunto de funciones del Consejo. Hay que trabajar mucho por la independencia del Poder Judicial y por que en el Consejo estemos todas las sensibilidades.

P. Muchos jueces critican que los vocales funcionen en consonancia con los partidos políticos.

R. Creo que es momento de que el Parlamento se retrate sobre la verdadera búsqueda de la independencia del Poder Judicial. Es el momento de que se dé importancia a los no asociados. Ahí veremos si hay una voluntad concreta de intentar cambiar. No se trata de dar la vuelta a la tortilla, como dije antes, es cierto que el Consejo es un órgano político, pero no puede ni debe olvidar su naturaleza profesional como gobierno de los jueces.

P. ¿Cree que su notoriedad como juez de Instrucción de la Audiencia favorece su candidatura?

R. La favorece tanto como la desfavorece. Para algunos compañeros puede ser algo positivo, pero para otros hace que tenga que demostrar más. Es cierto que he adquirido un nombre o que se me conoce más, pero mucha gente puede tener una percepción de mí, sobre todo los compañeros, distinta a lo que realmente soy. Quizá tenga que emplearme más con ellos para evitar esa etiqueta. Hay otros compañeros, la inmensa mayoría, que han dado todo su apoyo personal a mi trabajo durante todos estos meses. Creo que lo que en principio parece positivo, puede entenderse en sentido contrario por otros. Sobre mí y sobre mis resoluciones se ha hablado mucho. Quizás tenga que demostrar cómo soy en realidad o en qué parámetros hay que entender lo que se ha dicho de mí.

P. ¿Ha conseguido ya los 85 avales necesarios para ser candidato?

R. Todavía no.

P. ¿Cuántos piensa obtener?

R. Los avales son fundamentales. En el caso de Agustín Azparren

[el único no asociado del actual Consejo] al ser el candidato más votado, fue la persona sobre la que hubo consenso entre los principales partidos para proponerlo. Por eso es importante no sólo conseguir los 85 necesarios, sino los máximos posibles. El problema de los no asociados es que carecemos de infraestructura para conseguirlos y tenemos que compatibilizar todo el proceso con nuestro trabajo. Debes compatibilizar el ejercicio de la función jurisdiccional con las tareas propias de la candidatura: hacer llamadas para buscar gente que explique nuestras ideas entre los compañeros, exponerlas nosotros mismos a otros muchos a quienes no conoces en persona o mandar un número importante de correos electrónicos.

P. ¿Por qué sus compañeros deberían avalarlo?

R. Lo que tienen que hacer es avalar a los que no estamos asociados porque representamos al 50% de la carrera judicial. Porque somos los grandes ausentes, los que estamos todo el día trabajando y no tenemos voz relevante en el órgano que nos gobierna. Es hora de que tengamos esa voz.

P. También necesita apoyo parlamentario, ¿de dónde le vendrá?

R. Hay compañeros que dicen que la notoriedad puede ser negativa precisamente en el Parlamento porque sus miembros de uno y otro signo ya se han hecho una idea de mí y de mi trabajo a través de los medios. Yo no voy a ir del brazo de ningún partido. Me ofrezco como persona y como profesional, ofrezco lo que pretendo y lo que soy. Si gusta a los partidos mi propuesta y la de los compañeros que me avalan, de que en el Consejo haya una representación lo más amplia posible de todas las sensibilidades, perfecto. A los partidos, lo que tenemos que explicarles es por qué tienen que elegir como vocales a jueces y magistrados no asociados. Si yo convengo o no a lo que entienden que debe ser el Consejo, eso es otra cuestión.

P. ¿Qué opina del trabajo del Consejo saliente?

R. Desde el punto de vista personal, conmigo ha sido un Consejo exquisito. Pero entiendo que ha sido un reflejo extremo del arco parlamentario en que se eligió. Esto se traduce en demasiadas uniformidades en las votaciones de las que se conoce el resultado antes de que se produzca. Que se llegue a ese punto representa un gran riesgo para el gobierno de los jueces.

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska.
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska.ULY MARTÍN

Rosa Rodríguez: "Recuperar la confianza"

"Recuperar la confianza de los jueces en su órgano de gobierno" y "facilitar el acceso de las mujeres a los órganos de dirección para que haya una participación paritaria en la carrera judicial" son dos de los objetivos con los que Rosa Rodríguez, magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, busca el apoyo de sus compañeros para entrar en la lista de la que el Parlamento seleccionará a 12 vocales. Dice que los colegas que la avalan lo hacen porque, de ser elegida, se convertiría en "la voz de los no asociados". "El hecho de pertenecer a una asociación te pone una etiqueta política que el resto no queremos", afirma Rodríguez. Critica que durante el actual mandato, los vocales se hayan guiado por el reparto de cuotas entre progresistas y conservadores en los nombramientos, en lugar de seguir "los parámetros de profesionalidad, objetividad y capacidad", creando "tensiones entre los compañeros y una imagen politizada de la Justicia ante la opinión pública".

María José Renedo: "Mayor independencia"

"Yo no me he presentado, a mí me ha elegido un colectivo de jueces no asociados de Castilla y León que hace dos años se presentaron como colectivo a la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de esa comunidad", explica María José Renedo, decana de los juzgados de Palencia con 22 años de carrera. La magistrada recuerda que el 48% de los jueces no son miembros de ninguna asociación y que, proporcionalmente, les corresponderían 17 candidatos de los 36 que los jueces presentarán a las Cámaras. Intentar que la carrera judicial "pueda tener los mayores márgenes de independencia y de medios materiales" para realizar su trabajo es uno de los objetivos con los que quiere recabar apoyos entre sus compañeros. Esos fines no serán alcanzables sin que los jueces y magistrados tengan "igualdad de oportunidades para acceder a los puestos de destino y los ascensos". "La sociedad española debe saber todo lo que trabajamos", concluye.

Beatriz Grande: "Más medios y personal"

Beatriz Grande Pesquera, magistrada de la Audiencia Provincial de Barcelona, es de los cuatro candidatos no asociados la que más contacto ha tenido con el CGPJ ya que hasta hace poco ocupaba un puesto en el servicio de Inspección de ese órgano. Grande considera que el Consejo actual "ha alcanzado logros en materias como la violencia de género", pero "sigue sin aprobar sus dos asignaturas más importantes: su consolidación como órgano constitucional independiente y su reconocimiento y aceptación por los jueces y magistrados". Para recabar el apoyo de sus compañeros propone exigir a las Administraciones más medios materiales y personal para que jueces y magistrados desempeñen sus funciones. Como Grande-Marlaska y Rodríguez, promete luchar por "la ruptura con el sistema de cuotas asociativas para el nombramiento de cargos judiciales discrecionales" y adoptar las medidas necesarias "para la conciliación de la vida profesional y familiar".

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