El rock duro tiñe de negro Jerez

Con los acordes de guitarra distorsionada y poderosos ritmos de batería de la banda Sphinx arrancó ayer en Jerez el Festival de música heavy Metalway 2006. Por delante, un maratón de 29 conciertos diurnos y nocturnos que se prolongarán hasta la madrugada del lunes. Unas 8.000 personas se acercan este fin de semana al parque González Hontoria para ver uno de los pocos certámenes de este tipo que se celebran en Andalucía.

Los conciertos más esperados de la jornada inaugural llegaron de noche: Testament, Helloween, Megadeath y Barón Rojo, uno tras otro hasta las 4.00. Ayer aún era día de llegada de aficionados.

Todas las camisetas negras del armario, neveras de playa repletas de bebidas, latas de conserva y la tienda de campaña. Es el equipaje que acompaña a los jóvenes.Ni la canícula ni la falta de zonas verdes, ni siquiera la ausencia de sombras en casi toda la zona de acampada habilitada en el recinto ferial de Jerez, han evitado que centenares de personas acudan al evento.

Se han acercado desde Cádiz, Granada, Badajoz, Valencia, Barcelona... y hasta desde Tenerife. "Cambiamos la ruta de nuestro viaje por la península cuando supimos que se celebraba este festival. Con este calor no sé cómo vamos a aguantar, pero estamos curtidos con nuestros carnavales", comentaba uno de los integrantes de un grupo de amigos canarios mientras se esforzaba, sin éxito, en clavar las piquetas de la tienda en el suelo de piedra cubierto de albero. "Los pocos árboles de la zona han servido de agarre, pero sólo para los primeros que han llegado", se lamentaba. "Ver en directo a Megadeth, Heloween o Testament lo vale todo", decía otro de los acompañantes con resignación.

A pesar de estos inconvenientes, la empresa Rocknrock y el Ayuntamiento de Jerez han organizado el festival con mimo. En el recinto ferial, los inquilinos dispondrán de duchas, mercadillos, barras de bar, dos carpas con microclima y un espectacular escenario de 8.000 metros cuadrados. "Sobre esas tablas no se va a escuchar ruido", protesta Javier, un gaditano, dos tiendas más allá, quien luce una cuidada melena negra. "Las mejores baladas de rock son creaciones de bandas de heavy. Ahí tienes a Scorpions, Led Zeppelín o Metallica, entre otros", concluye orgulloso.

Este grupo de tiendas lo completa el veterano Esteban. Catalán de sólo 23 años, pero con decenas de festivales de este tipo en su mochila. "Los mejores son los de Alemania. Es la cuna del metal". Su veteranía distingue su acampada. Es de las pocas que tiene mesas, sillas y un enorme parasol. "En estos conciertos lo mejor es traer de casa la sombra puesta. En el supermercado de al lado se acabarán las sombrillas", sonríe mirando alrededor.

Todos se preparan para oír a sus ídolos. Olvidan el calor imaginando cómo sonarán las guitarras de los alemanes Heloween con 50.000 watios de potencia o el metal más veloz del grupo estadounidense Megadeth, con 15 millones de discos vendidos. "Esto es un sueño, colega", aseguraba Iker. "Es mi primer concierto y aún no me lo creo". Por delante les quedaba una intensa madrugada de conciertos y hoy la diana toca temprano. A las 13.00 arranca la segunda oleada de conciertos que concluirá 15 horas después con la presencia de Los Ángeles del Infierno, la banda más laureada del metal nacional de los años 80. Tendrán que reservar fuerzas para la jornada del domingo, que concluirá con la actuación de Celtic Frost, a las 24.00. Es la primera vez que esta banda suiza toca en España.