El archivo de un asesino múltiple
La policía de Los Ángeles busca a 50 mujeres fotografiadas por un criminal
La oficina del sheriff de Los Ángeles recibió más de 1.000 llamadas entre el martes y el miércoles pasados, tras difundir un cartel con las fotos de 50 mujeres encontradas en casa de un asesino en serie.
William Richard Bradford, de 60 años, fue condenado a la pena capital en 1984 por estrangular a dos aspirantes a modelo de 21 y 15 años. En el juicio, Bradford, fotógrafo free lance que utilizaba su empleo para acercarse a sus víctimas, alardeó de haber matado a más mujeres, reclamando ante el jurado: "Pensad que hay otras que ni tan siquiera sospecháis".
Los detectives volvieron en junio sobre la pista de las 50 fotos, y han publicado el cartel con esas imágenes reabriendo así una investigación clausurada "tras la sentencia a muerte de Bradford" hace 26 años, según el capitán responsable del caso, Ray Peavy. "En ese momento", añade Peavy, "era más importante seguir la pista de otros sospechosos de homicidio, incluso cuando creíamos que Bradford podría haber matado a algunas mujeres más".
El condenado trabajaba de fotógrafo y seducía a sus víctimas ofreciéndoles apoyo en sus carreras
La avalancha de llamadas y correos electrónicos desbordó la comisaría de Los Ángeles el martes, cuando los investigadores decidieron solicitar la colaboración ciudadana publicando las fotos, con el único propósito de "encontrar nuevos casos y aclarar a los familiares lo que sucedió". Entre las mujeres fotografiadas, la número 28 ha sido identificada como Donale Campbell Duhamel, una madre de 31 años, que fue encontrada decapitada en 1978, días después de haber conocido a Bradford. Su caso está ahora bajo investigación.
Gracias a las incesantes llamadas, la policía ha ido confirmando que 24 de esas mujeres están vivas. El reto consiste ahora en averiguar que pasó con las otras. Doce de las supervivientes se pusieron en contacto con los agentes personalmente, como la mujer que llamó para decir que era la de las imágenes 17 y 18; o la propia hija del asesino, que telefoneó para confirmar que la foto 48 es un retrato de la ex mujer de Bradford, y que ésta se encuentra perfectamente.
"Muchas de las llamadas fueron anónimas", asegura Peavy, que explica que las fotos fueron tomadas en poses comprometedoras, la mayoría semidesnudas. "Es natural que estas mujeres no quieran que amigos y familiares descubran que posaron para el asesino", indicó a Los Angeles Times.
Para poder canalizar las llamadas y pistas, los investigadores han creado un sistema de recogida de información. Un grupo de detectives responde al teléfono e introduce nuevas pistas en una base de datos; mientras otros agentes, muchos de ellos voluntarios retirados que se han ofrecido para ayudar en las pesquisas, van extrayendo los datos concluyentes.
"Se trata de un caso totalmente distinto a lo que estamos acostumbrados", aseguró Peavy desconcertado. "Normalmente la víctima nos guía al asesino, pero en este caso creemos saber quién es el homicida y estamos intentando encontrar a las posibles víctimas".
Bradford utilizaba su profesión de fotógrafo para ofrecer apoyo a las víctimas en sus carreras como modelo. De esa forma sedujo a Shari Millar, una camarera de 21 años que aceptó una sesión de fotos en el desierto de Mojave, al sureste de California. Seis días más tarde desapareció Tracey Campbell, de 15 años, vecina de Bradford, aparentemente asesinada tras otra sesión fotográfica.
El condenado, que espera su sentencia en la prisión estatal de San Quintín, sostiene que nunca ha matado a nadie. Así lo proclama su abogada, Darlene Ricker. Sobre los posibles nuevos cargos, la letrada asegura que "las fotos estuvieron allí desde hace más de 20 años" y que "ahora se ha decidido publicarlas de repente".
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