Sindicatos y vecinos exigen al Consell seguridad en el metro y que asuma su responsabilidad

La preocupación por la seguridad en el metro y la exigencia de inversiones en los servicios públicos unió ayer a sindicatos, vecinos y partidos de izquierda en una manifestación por las calles de Valencia. En la misma jornada de inicio de la comisión de investigación de las Cortes sobre el accidente que causó la muerte a 43 personas en la línea 1 el pasado 3 de julio, varios miles de manifestantes exigieron a la Generalitat "que se deriven responsabilidades públicas" de las deficiencias en el metro. "Reforzando las medidas de seguridad se hubiera evitado el accidente", afirmaron los sindicatos CC OO y UGT.

Tras la pancarta que abría la manifestación con el lema Per un transport públic segur, pers uns serveis públics de qualitat, caminaron vecinos de Valencia, de los pueblos por los que discurre la línea 1, alcaldes y concejales del área metropolitana y la ciudad, y los responsables políticos socialistas, de EU-L'Entesa y el Bloc. Todos ellos secundaron el llamamiento de CC OO y UGT de exigir a la Generalitat recursos para los servicios públicos y su mantenimiento, frente al gasto en proyectos de ocio y entretenimiento. Los sindicatos del comité de empresa de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) -además de los dos mayoritarios, el Sindicato Independiente Ferroviario y el Sindicato Independiente-Intersindical Valenciana- también pidieron un transporte público "seguro y eficaz".

Los manifestantes -unas 15.000 personas, según los organizadores, y hasta 1.800, según la Policía Local- recorrieron el trayecto entre la plaza de San Agustín y la plaza de la Virgen, donde la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia, María José Broseta, leyó el manifiesto conjunto tras pedir un minuto de silencio por las 43 víctimas del trágico accidente y sus familiares.

"Nos podría haber ocurrido a cualquiera de nosotros". Como Esther Calderón, de 28 años, muchos usuarios de la línea del siniestro compartían ayer el sentimiento de que podrían haber estado entre las víctimas. "Yo le decía a mi marido que cualquier día saldríamos volando, van muy rápido", afirmó Lourdes García, funcionaria de 40 años. "Esperaba que alguien dimitiera, son 43 muertes y no pasa nada", añadió esta mujer. Los relatos sobre trenes que se paran por avería en la vía, como ha ocurrido dos veces en los últimos días, de vagones viejos y sin aire acondicionado recorrieron la manifestación.

"A ver si ponen más dinero en la línea 1", pidió Juan Gómez, óptico de 31 años, que confía en que de la comisión de las Cortes se deriven mayores presupuestos. Una esperanza, aunque pequeña, que compartieron otros manifestantes, frente al pesimismo de políticos y sindicatos. "Esperamos poca cosa y esta manifestación es una llamada a la recuperación de la dignidad ante la creación de una comisión amordazada por la mayoría del PP", afirmó Josep Bresó, alcalde socialista de Torrent. El secretario general de UGT-PV, Rafael Recuenco, fue tajante en su opinión sobre la comisión de las Cortes: "A ese circo no le dedico ni un minuto". Joan Sifre, secretario general de CC OO-PV, coincidió en que "está diseñada para tapar bocas".

La "solidaridad" con las víctimas trajo de Cullera a Valencia a una pareja de veraneantes que nunca ha viajado en la línea 1, y a un grupo de vecinos que había pedido una investigación independiente del accidente a la Fiscalía, que no actuará porque ya está en manos de los jueces. También acudieron los padres de María Cisternas Martínez, enfermera de 34 años que falleció en el siniestro, desconsolados y enfadados con la actitud de la Generalitat y de la oposición.

Los asistentes exigieron un transporte público seguro, de calidad. Para Ricardo Costa, vicesecretario regional del PP, formaron parte de "un primer ensayo político del frente popular", de los que buscan "el camino de la crispación".