López Obrador se querella contra la autoridad electoral mexicana

El candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador a la presidencia mexicana presentó una querella contra el Instituto Federal Electoral (IFE), en un nuevo desafío tras las disputadas elecciones del pasado 2 de julio. La demanda, entregada a la oficina del fiscal general de México, acusa a los nueve máximos responsables del IFE de permitir que representantes empresariales financiaran campañas en su contra.

Horacio Duarte, delegado de la alianza izquierdista que encabeza el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ante el IFE, presentó ante las autoridades judiciales una querella de 22 folios alegando que los anuncios publicitarios que señalaban a López Obrador, candidato del PRD, como un "peligro para México" violaban las regulaciones electorales. Duarte asegura que, al no impedir la emisión de esa publicidad, los funcionarios electorales cometieron delitos punibles con hasta seis años de prisión. Ahora, los fiscales deberán examinar los argumentos de la querella y decidir si presentan cargos contra las autoridades electorales.

El representante del PRD asegura que la campaña para "denostar, calumniar, infamar, difamar y denigrar al candidato" fueron financiadas por empresas y grupos de presión, violando la ley electoral mexicana. El PRD señala a compañías como Jumex y Sabritas detrás de una campaña en la que habrían gastado 2,1 millones de euros. Además, arremete contra la patronal Consejo Coordinador Empresarial, a la que acusa de invertir casi catorce millones de euros en publicidad negativa para la imagen de López Obrador, difundidos en los últimos días de la campaña.

Argumentos repetidos

Algunos de los argumentos esgrimidos en la demanda tienen como fondo las opiniones de López Obrador, según las cuales, en la campaña presidencial "grupos de intereses creados pusieron en práctica un activismo ilegal, se recurrió a la guerra sucia, a la mentira y a las campañas del miedo; se usaron los programas sociales del Gobierno federal y otros recursos públicos en apoyo a su candidatura; fue pública y notoria la injerencia del presidente de la República para golpearnos. Y, por si todo esto no bastara, hubo manipulación en los sistemas de cómputo electoral y se falsificaron los resultados en miles de actas de escrutinio".

El candidato izquierdista ya había cuestionado legalmente el resultado electoral anunciado por el IFE, que lo declaró perdedor por un muy estrecho margen frente a su rival conservador del Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón. López Obrador reclama que se realice un recuento manual de los más de 40 millones de votos emitidos, una demanda rechazada por Calderón.

La disputa tiene paralizada la vida política mexicana, probablemente hasta que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación emita una resolución en torno al cuestionamiento de los resultados. El cuerpo tiene hasta el 31 de agosto para dar respuesta a las quejas y hasta el 6 de septiembre para proclamar al presidente.