El filón de las máquinas recreativas

Los salones recreativos, templos de adolescentes en la década de1980, han pasado a mejor vida desplazados por las videoconsolas domésticas. No ha sucedido lo mismo con las máquinas recreativas, nuevo filón de las compañías desde que se descubrió la vena melancólica de todo jugón treintañero. Capcom, creadores de múltiples clásicos de la época se dedica a recopilarlos para distintos sistemas. Hasta 20 muebles caben en este Capcom Classics Collection Remixed para la portátil de Sony.

Esta pieza de coleccionista tiene desde clásicos como 1941, título de acción basado en la Primera Guerra Mundial en el que se controla un cazabombarderos en un escenario de avance vertical, pasando por el archiconocido Street Fighter, juego que sentó las bases de la lucha uno contra uno, hasta incunables como Three Wonders, por el que se pagan auténticas fortunas del cartucho original.

La PSP de Sony tiene infinitamente más potencia que cualquiera de aquellas vetustas máquinas. Digital Eclipse, lejos de hacer una simple conversión punto por punto, ha querido sacar provecho, entre otras cosas, de la preciosa pantalla panorámica. De esta forma y gracias a un modo llamado TATE, los juegos con desarrollo vertical pueden practicarse girando la consola y aprovechando así toda su pantalla, que es mucho mejor que dejar dos enormes bandas negras a cada lado de la acción.

A diferencia de la Nintendo DS, esta consola no está pensada para ser usada en posición vertical, pero al poder configurar todas y cada una de las teclas no es difícil encontrar una combinación que sea cómoda para cada jugador.

Las adaptaciones cuentan con añadidos, como nuevos niveles de dificultad o la posibilidad de continuaciones infinitas, como si se tuviera el control de las monedas de cinco duros de todo el mundo. Las capacidades inalámbricas de la máquina sirven para sacar provecho del modo para dos o más jugadores dependiendo del juego.