Aviones y barcos de la UE patrullarán las aguas de Mauritania y Senegal

Dos aviones y cuatro barcos de cinco países europeos, incluida España, patrullarán desde primeros de agosto las aguas territoriales de Mauritania y Senegal, después de que este país diera su aprobación al plan comunitario dirigido contra el siniestro negocio de la emigración. Más adelante, Cabo Verde podría sumarse al plan. Bruselas ha liberado 3,5 millones de euros adicionales (a compartir con Malta en porcentaje aún por definir) a los 1,3 aprobados recientemente para poner en marcha una operación de control aeronaval que tienen previsto durar alrededor de dos meses.

Las medidas fueron anunciadas ayer, al concluir en Bruselas una reunión de responsables de Justicia e Interior de la Unión en la que se puso de manifiesto cómo ha cambiado la óptica comunitaria ante el fenómeno. "Hace un año hubiese sido impensable que todos los países de la UE consideraran la emigración ilegal como un problema de todos, que afecta a la UE y a los principios de la UE", dijo Antonio Camacho, secretario de Estado de Seguridad. La puesta en marcha de este plan fue desbloqueada gracias a que España presentó por escrito la autorización de Senegal.

La primera plasmación de esa conciencia es la operación de control de las aguas del Atlántico al sur de Canarias, pactada entre la UE y, por ahora, dos países africanos. Lograda la aceptación de Mauritania y Senegal para que buques de terceros países patrullen en sus aguas territoriales, ahora se pretende también extender el esfuerzo a Cabo Verde, ante el que se ha ofrecido a mediar Portugal, la antigua potencia colonial.

Franco Frattini, vicepresidente de la Comisión, responsable de cuestiones migratorias, aseguró ayer que cuatro barcos y dos aviones europeos serán empleados en la operación. Ilkka Laitinen, director general de Frontex, la recién nacida agencia de fronteras europea, detalló que ese equipamiento será proporcionado por Francia (que pone a disposición de la UE su base militar en Senegal), Italia (envía un barco y un avión), Portugal, Finlandia y la propia España, con expertos civiles también llegados de Alemania. Las patrullas deberían comenzar dentro de un par de semanas, el tiempo necesario para liberar el dinero aprobado ayer.

"Es difícil evaluar cuánto va a durar la operación", dijo Camacho, quien arriesgó un plazo: "Dos meses o dos meses y algo". Llegados a octubre se evaluarán los resultados. "España va a instar y apoyar el mantenimiento de la operación todo el tiempo que sea necesario", señaló. Frattini habló de finales de septiembre, pero también aseguró que entonces se reevaluará la operación.

El secretario de Estado manifestó que "es un error pensar que el problema puede tener solución de un día para otro y es un error pensar que se puede resolver en dos o tres años". Según él, la emigración, legal e ilegal, es una cuestión a largo plazo para la que Europa debe prepararse a fondo. Camacho agradeció a los ministros y a la Comisión la solidaridad europea con Canarias y con Malta, pero también les manifestó que la UE deberá prepararse para actuar con más rapidez, efectividad y con garantías para los inmigrantes.

Frattini reconoció que el mecanismo necesita de ajustes, pero también indicó que en Canarias se está poniendo en marcha una experiencia piloto que, como en el caso de Malta, ha permitido compartir el peso de la lucha contra el fenómeno entre varios países. El vicepresidente de la Comisión insistió en lo urgente de que los Gobiernos comunitarios aprueben cuanto antes su propuesta de crear equipos de reacción rápida. Estos equipos estarían formados por especialistas en cuestiones migratorias de distintos países europeos para acudir en socorro de los acuciados por situaciones de crisis.