Obesidad infantil: castigados sin recreo
Durante el último curso, en una consulta rutinaria, el pediatra recomendó a mi hijo que vigilase su peso. Le dio una serie de recomendaciones, que mi hijo escuchó muy serio, y le avisó de que, si el sobrepeso aumentaba, debería sujetarse a un régimen severo. Uno de los puntos en que más insistió el pediatra fue en la necesidad de ejercicio físico. En la siguiente consulta rutinaria el pediatra constató que mi hijo había seguido sus recomendaciones, pero insistió nuevamente en la necesidad de ejercicio físico para evitar un repunte del problema.
El Ministerio de Sanidad anuncia una campaña para el control de la obesidad infantil. Parece evidente que no confía en sus pediatras y prefiere recurrir a las escuelas. Seguramente, la mejor solución es castigar a los niños obesos sin recreo.
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