Funcionarios

Los funcionarios somos conscientes de que desde la Administración, para justificar su falta de eficacia y competencias, y para no entrar en una verdadera reforma de la misma, es siempre más fácil culparnos a nosotros de cualquier presunta ineficacia.

Nuestros gestores se plantean: ¿cómo doy una imagen que sea popular y que apoye la sociedad?, pues diciendo que "los funcionarios son unos vagos y, a partir de ahora, van a empezar a trabajar".

Ahora le ha tocado el turno a vender las "bondades" del nuevo "Estatuto del Empleado Público" que por cierto no aporta prácticamente nada nuevo, salvo que pueden cambiarnos de un puesto, adquirido tras un concurso de méritos, simplemente porque el "jefe" de turno decida evaluarnos negativamente, sin que nadie controle la "intención última de este jefe", convirtiendo los concursos, que eran un sistema objetivo, en una encubierta "designación a dedo". Asimismo se inventan una nueva figura en la Administración que es el "personal directivo", que no existía, y que desconocemos a "quién beneficiará". Sin embargo, la prensa no para de recoger, hasta en un editorial de este periódico, la siguiente frase: "Por primera vez se regulan los derechos y deberes de los funcionarios". Cualquier persona sólo tendría que consultar el marco legislativo del funcionario público para comprobar que, por ejemplo, ya un decreto del año 1964 regulaba los tan "cacareados" derechos y deberes de los funcionarios.