De la Vega replica a Rajoy que está orgullosa de trabajar por la paz

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, lamentó ayer que el líder del PP, Mariano Rajoy, considere que manifestarse por la paz sea "ridículo, grotesco y antiguo". Por eso animó a los jóvenes socialistas de todo el mundo reunidos en la Universidad de Alicante con estas palabras: "No os avergoncéis de ser ridículos o grotescos; al contrario, sentíos muy orgullosos de serlo". De la Vega añadió que ella se siente "orgullosa" de pertenecer a un Gobierno que trabaja por la paz.

La clausura del Festival de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas (IUSY), que ha reunido en Alicante a 3.000 jóvenes dirigentes socialistas procedentes de cien países, se convirtió en un grito a favor de la paz como única garantía de seguridad.

La vicepresidenta del Gobierno dijo que "no se puede tolerar" que en nombre de la seguridad "se menoscaben" derechos humanos y que la población civil "pague con sus vidas el precio de la inseguridad", tal como está ocurriendo en Oriente Próximo. De la Vega exigió el "cese inmediato del ruido de las armas para dar paso a la palabra y a la fuerza de la razón", y replicó a los dirigentes del PP que el sábado criticaron la postura del Gobierno socialista en este conflicto: "Somos millones, muchos más los que trabajamos por la paz y no queremos la guerra". Para la vicepresidenta, el diálogo es el principal instrumento para lograr "un mundo más seguro y una paz duradera y firme". La mayoría de la comunidad internacional, agregó, "no nos ha dado un cheque en blanco, sino que nos han dado el poder para que establezcamos la paz, como única garantía de seguridad". En la misma línea se manifestó también en este cónclave socialista el sábado el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que dijo que el Gobierno de Zapatero "no se va callar ni se va a dejar amedrentar" por muchas críticas que reciba por parte del PP. "No podemos quedarnos con los brazos cruzados ante un baño de sangre", dijo Moratinos.

Al margen del conflicto en Oriente Próximo, en la clausura del Festival IUSY, De la Vega, ante un auditorio repleto de jóvenes que interrumpían con aplausos su intervención, aprovechó la ocasión para animarles a que trabajen con "pasión y coraje" para conseguir que el cambio social "no sólo sea posible, sino imparable".

Durante su parlamento, en reiteradas ocasiones reivindicó la tarea "noble de la política" para mejorar las condiciones de vida de los demás, y recordó que "con la suma de esfuerzos individuales se alcanzan logros colectivos". De la Vega prometió que el Gobierno de Zapatero no les va a "defraudar", ya que ha logrado que cualquier persona pueda vivir su vida "con dignidad", con independencia de su raza, sexo, orientación sexual o religión. Y también lanzó reflexiones para conseguir un mundo más justo. La vicepresidenta recordó que "los que padecen hambre en el mundo no es porque hayan tenido mala suerte, es por una injusticia permitida", y habló de la realidad globalizada del comercio, pero también de la necesidad de "globalizar la justicia", por eso pidió a los jóvenes, algunos de los cuales portaban banderas saharauis, que no sean "tímidos ni condescendientes" ante las injusticias, y que se comprometan con los débiles, se movilicen a favor de la democracia y que escuchen y dialoguen, pero que nunca impongan sus criterios. De la Vega abogó para que la "diversidad entre culturas" sea percibida como "una riqueza y no como una amenaza para la seguridad".