Más de 679.000 andaluces declaran que necesitan recibir cuidados para poder vivir

En Andalucía hay 679.088 personas que afirman que necesitan algún tipo de ayuda para desenvolverse en la vida diaria, la mayor parte (486.707) con más de 65 años. En las familias, las mujeres dedican el doble de horas que los hombres a cuidar a los dependientes, sobre todo por razones afectivas (65,5%) y responsabilidad (34,4%). Estos son algunos de los datos de la primera macroencuesta sobre dependencia y redes familiares que ha realizado el Instituto Andaluz de Estadística para reflejar en cifras los cambios sociales y desde ahí diseñar las políticas públicas.

La viceconsejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, y el director del Instituto de Estadística de Andalucía (IEA), Juan Antonio Fernández Cordón, presentaron ayer ante especialistas en temas sociales y universitarios la publicación Andalucía. Dependencia y solidaridad en las redes familiares, una macroencuesta (de una hora de duración) representativa de cada una de las ocho provincias, realizada a domicilio entre 10.000 personas.

Se trata, según dijeron, de un proyecto "pionero" que trata de poner cifras a los nuevos fenómenos sociales como punto de partida de las futuras políticas públicas. Hasta ahora, explicó Fernández Cordón, los estudios estadísticos han girado en torno a la familia nuclear (padre, madre e hijos) que ocupa una misma vivienda. No obstante, existe lo que se llama técnicamente la "red familiar" (abuelos, hermanos y una serie de parientes que no habitan en un único hogar), sobre la que se apoya en la actualidad el cuidado a las personas dependientes. Mientras que en el primer modelo el eje es el cabeza de familia (varón), en el segundo el foco es la mujer.

Según el director del IEA, un sistema de atención a los dependientes basado sólo en familias no es sostenible, al mismo tiempo que ningún sistema público podría asumir la carga al margen de las familias. El problema no es ni mucho menos que las familias ya no quieran saber nada de los mayores dependientes -la encuesta señala que el 65,5% cuidan a los suyos por razones afectivas y reivindican ese derecho-, sino que ven multiplicarse los obstáculos. De hecho, el 59,1% de los preguntados creen que se debe compartir la tarea entre la red familiar y el Estado.

En Andalucía hay 679.088 personas que afirman necesitar ayuda para vivir, cifra que contrasta con la del Libro Blanco de la Dependencia, que estima en 1.125.190 las personas que requieren asistencia. La diferencia estriba en que la encuesta andaluza se pregunta al protagonista, es decir, se recoge la percepción subjetiva del individuo, y en la segunda se ha calculado merced a otros parámetros oficiales. La edad influye de forma decisiva: la mayoría (486.707) se concentra en la franja de más de 65 años, y a partir de los 80 años, las mujeres (46,7%) superan con mucho a los hombres (36,8%). La mayor esperanza de vida de las mujeres explica en buena parte la diferencia, así como, sostiene el estudio, la facilidad en el caso de las mujeres para identificar su dependencia y también para expresarla.

El doble de horas

En la red familiar, las mujeres dedican el doble de horas que los hombres a cuidar a los dependientes. Además, entre los cuidadores que atienden necesidades básicas y del hogar, el 70% son mujeres, mientras que los hombres ayudan en mayor proporción (43%) a la movilidad. Respecto a quién cuida a quién, a las mujeres las suelen cuidar sus hijas (46,4%) y a los hombres su pareja (50%). Esto también se explica en la longevidad femeninas y en que suele ser el miembro más joven de la pareja.

Otros datos a tener en cuenta para abordar la dependencia son que casi el 60% de las personas de entre 45 y 54 años tienen madre, y que la mitad de los que han alcanzado los 30 años han perdido ya a sus abuelas. Hasta ahora se sabía la importancia del papel de las abuelas en el cuidado de los nietos para que los padres puedan desempañar un trabajo remunerado, pero no su número (895.000).