"Bancos como el nuestro garantizan más seguridad"
A José María Alonso-Gamo, consejero delegado de RBC Dexia Investor Services en España, no le cabe la menor duda de que la llegada de los hedge funds' a nuestro país marcará un antes y un después en el negocio de los bancos custodios como el suyo, una extraña especie de entidades mezcla de banco y empresa de outsourcing, que la banca española, de fuerte vocación vertical, se resiste a contratar. "La gran complejidad de los hedge", asegura el ejecutivo, "nos dará alas. Sólo hace falta que los bancos, dada la creciente competencia y los estrechos márgenes, empiecen a pasar algo de hambre para que acudan más a especialistas como nosotros".
Pregunta. Se dice que la expansión de los hedge funds está poniendo en valor a los bancos custodios. Pero, ¿qué es un banco custodio?
"Nos gusta pensar que somos una empresa de 'outsourcing' con una licencia bancaria: un tercio de nuestra plantilla está en sistemas y desarrollo"
Respuesta. Prestamos un servicio de apoyo a fondos y gestoras, a los inversores institucionales. Administramos y aseguramos los valores negociados. Llevamos un registro electrónico de entradas y salidas, controlamos que se paguen y se reciban esos activos, que se liquiden las operaciones, que se registren esas operaciones y sus titulares... Funciones complejas, a las que añadimos servicios bancarios plenos como las transferencias de dinero. Muchos de los clientes de un fondo no son residentes en España. Hay que liquidarles o pagarles dividendos.
P. ¿Tienen muchos clientes? En España, los bancos hacen custodia de valores.
R. Cierto. Aquí, al contrario de algunas cajas, que dejan las funciones de custodia a la CECA, y de algunos medianos, los bancos siguen encargándose del depósito y custodia de los valores, que son cosas diferentes. Pero estoy convencido de que iremos evolucionando hacía el modelo anglosajón, en el que los depositarios de los activos y sus custodios son entidades diferentes. ¿Por qué? Por que eso aumenta la eficiencia y reduce el coste de esos servicios y le da, además, una garantía adicional a los inversores. Más seguridad en definitiva. Nuestra función es acabar convenciendo a los bancos de que podemos hacer estas cosas mejor que ellos.
P. ¿Apostaría por ello?
R. Sin duda. Hay una creciente especialización de las funciones bancarias. Sólo hace falta mirar. Se observa una línea de especialización muy clara en la que unos se centran en la fabricación y otros en la distribución (el retail). El que fabrica no vende y el que vende no tiene por qué fabricar. Ningún banco puede hacerlo todo. No resulta eficiente ni rentable. Algunos medianos lo están haciendo ya por la sencilla razón de que no pueden hacerlo por sí solos. De modo que, al igual que han externalizado otras funciones, los grandes bancos acabarán cediendo las funciones de custodia.
P. ¿Quiere decir que son ustedes en el fondo una empresa de outsourcing?
R. En el fondo, no. Lo somos. Nos gusta pensar que somos una empresa de outsourcing con una licencia bancaria. Apunte este dato: un tercio de nuestra plantilla está en sistemas y desarrollo. Son cerca de 60 personas ocupadas en trabajar la información y acoplarla a los sistemas informáticos (el nuestro y el del cliente) para que funcione a medida de sus necesidades. Somos un banco decididamente tecnológico.
P. ¿Ha llovido mucho desde que, en 1989, se fundó Bancoval (el banco originario adquirido por Dexia en 2000)?
R. Drásticamente. Tanto que las labores de custodia que hacía Bancoval cuando se fundó podría representar el 3% o 4% de nuestro negocio actual. Los productos no tienen nada que ver y la inversión internacional se ha fortalecido mucho. Hace diez años, con los tipos al 15% en España, se invertía en una letra del Tesoro a diez años y todos contentos. ¿Qué interés podían tener en invertir fuera? Con el euro y la bajada de los tipos de interés los gestores tienen que buscarse nuevas ideas.
P. ¿Cuál es su posición en el mundo?
R. Somos el noveno banco custodio del mundo. Estamos en 15 países y tenemos planes para aumentar nuestra presencia en Estados Unidos y Alemania; además de Asia. Dexia España facturó el año pasado unos 25 millones de euros y alcanzará los 30 o 32 millones en 2006, lo que supone el 5% de la facturación internacional del grupo.
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