Imágenes de la inocencia

Con el rótulo de En otros ojos, Juan Uslé (Santander, 1954) nos presenta su relativamente novedosa incursión en la fotografía. En relativo, de todas formas, no afecta aquí al hecho de que sepamos de otra presentación pública del trabajo fotográfico de este justamente celebrado pintor, ni tampoco a que "manipule", muy al estilo de hoy, sus positivos, sino a que, como no podía ser menos, no puede evitar ser Uslé. Me explico. Sin intención de meterme en profundidades, el caso es que la propia fotografía es posiblemente más subjetiva que la pintura, porque ofrece menos resistencias al yo, que deviene imagen instantánea. Por otra parte, sería un error equivocar la hipotética deriva de Uslé hacia la vitrificación actual de la imagen como algo análogo a su actividad fotográfica. En suma: que Uslé, a través de la fotografía, con pigmento o sin pigmento, se nos presenta con la plenitud de su visión romántica de la naturaleza, incluso con el correspondiente toque operístico. De esta manera, paseando por sus habitáculos cántabros, la montañosa Saro o el marítimo Suances, y usando un instrumental tradicional, Uslé compone bellos crepúsculos celestes, paisajes nevados, un metafísico mar encalmado o la reflexión óptica de arbolados otoñales a través del hermoso encuadre de las lunas de un automóvil. Ha decidido, así, pues, esponjarse fotográficamente en paralelo a su labor pictórica, lo cual transparenta mejor el meollo de su personalidad y de su sensibilidad. Creo que el resultado es óptimo y, como digo, muy revelador, porque esta "inocencia" ocular nos acerca mejor a las querencias incontroladas de su retina, que naturalmente es la compleja retina de un pintor, pero sin agobios, ni complejos. Pienso que, para él, ha debido ser una experiencia gozosa e instructiva, y, para nosotros, un placer.