_
_
_
_
Reportaje:

Policía local contra guardia civil

Un agente reclama que su Ayuntamiento pague la sanción por una pelea

Ginés Donaire

El policía local Paulino Pinel Medina, de 35 años, casado y con dos hijos, lleva 10 días apostado en la plaza de la localidad de Iznatoraf con una pancarta y una mesa. El agente trata de recabar firmas de sus paisanos para instar al Ayuntamiento a asumir la indemnización de 104.000 euros a la que fue condenado por las lesiones producidas en diciembre de 2000 al guardia civil Salvador Martínez Rojas, de 51 años, cuando éste se dirigió al agente para que retirara la multa, de 24 euros, que había puesto a un hijo suyo por aparcar su vehículo en un lugar prohibido.

Lo que empezó siendo una discusión por una multa derivó en una intensa pelea entre los dos funcionarios públicos, protagonistas de un episodio surrealista que tiene sonrojados a los habitantes de la pequeña localidad jiennense.

"Fue un acto de defensa propia porque él me llamó chulo y empezó a darme golpes", dice Pinel

"Es una injusticia que clama al cielo. Yo no agredí al guardia civil, fue un acto en defensa propia porque él me llamó chulo, sinvergüenza y empezó a darme golpes", relata el policía, que está de baja por depresión y que también fue condenado por la Audiencia de Jaén a seis meses de prisión por las lesiones al guardia civil, que quedó incapacitado para el servicio. Paulino dice que sospecha de la existencia de alguna "mano negra" que intervino para que el tribunal considerara la agresión del guardia civil un acto en defensa propia y a él lo condenaran. "Este señor [por el guardia civil] está en perfecto estado físico, y hay muchos testigos que lo han visto trabajando en el campo y en sus olivos", exclama.

La sentencia establece que el Ayuntamiento responda de la indemnización, como responsable civil subsidiario, si el agente no tiene bienes suficientes para hacer frente al pago. "No tienen vergüenza por no asumir la indemnización, pues yo estaba en el cumplimiento de mi deber como agente", afirma el policía local, que hasta ayer había recogido 675 firmas de apoyo de otros tantos vecinos de este pueblo de apenas 1.000 habitantes. De momento, el juez ha ordenado al Consistorio que retenga al agente 106 euros mensuales de su nómina.

"Claro que es una injusticia, pero yo como alcalde tengo que actuar conforme a las leyes", replica Pedro González (PP), primer edil de Iznatoraf, que ha encargado un informe a los servicios jurídicos para determinar si sería legal indemnizar a costa de las arcas municipales. "No quiero incurrir en malversación de fondos públicos", precisa González, tras lamentar que la oposición "está utilizando este tema políticamente". Debido a la baja médica de Paulino Pinel, Iznatoraf cuenta actualmente con un único policía local, que en agosto se va de vacaciones. Tampoco hay cuartel de la Guardia Civil.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Los hechos sucedieron el 27 de diciembre de 2000, cuando el guardia civil, que no estaba de servicio ese día, acudió a Iznatoraf (es natural de esta población, pero vive en el municipio vecino de Villacarrillo) con motivo de una multa de tráfico que le había puesto a su hijo el policía local. Ambos mantuvieron una discusión en las dependencias policiales, en el transcurso de la cual el agente le dio al guardia civil "una fuerte patada en la rodilla derecha, que le hizo caer al suelo, poniéndose encima de él", según se expuso en la sentencia del Juzgado de lo Penal que más tarde confirmó la Audiencia de Jaén. Esto motivó que el guardia civil "forcejeara con él, dándole un golpe en el cuello para quitárselo de encima". El policía se levantó al oír al guardia quejarse de la pierna, salió de la habitación, llamó a un hombre para que le ayudara a levantarse y avisó a una ambulancia. El guardia civil sufrió un traumatismo en la rodilla derecha y una fractura de meseta tibial externa que requirió tratamiento médico quirúrgico y un total de 348 días para su curación, quedándole como secuelas una limitación de la flexión de la rodilla. Un tribunal médico militar lo declaró no apto para su función en la Guardia Civil el 20 de marzo de 2002.

El policía Paulino Pinel recoge firmas a la puerta del Ayuntamiento de Iznatoraf.
El policía Paulino Pinel recoge firmas a la puerta del Ayuntamiento de Iznatoraf.JOSÉ MANUEL PEDROSA

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_