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Análisis:A LA PARRILLA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Mundial y risas

Juan Cruz

Hubo un ataque colectivo de risa en el plató de La casa del fútbol, en Canal +, el domingo por la noche. Es muy saludable la risa en la tele; convoca relajo, le quita densidad a las palabras. Ver reír a mandíbula batiente a un hombre como Vicente del Bosque en un plató anima a pensar que no siempre es tan circunspecto este hombre afable que parece que acaba de despedirse de Florentino. En otra cadena, en La 2, estaba diciendo el nuevo presidente del Real Madrid, Ramón Calderón, que Del Bosque es una gran persona, un tipo fuera de serie; cambié de canal de pronto, y allí vi a Del Bosque muerto de risa. Por un instante pensé si las cadenas se comunican entre sí.

Al ataque de ira de Zidane (¡qué le habría dicho Materazzi!) le siguió un ataque de risa en la codificada y un ataque de huida en La Sexta. Aquí, Patxi Alonso explicó que se tenía que ir, que se había acabado el programa, "¡adiós a todos!", pero desde el control le dijeron que volviera porque aún tenía que dejar que pasaran todos los títulos de crédito, con los que la cadena agradecía los esfuerzos prestados al equipo que ha cubierto el Mundial.

Cuando ya pasaron los títulos de crédito, Alonso se subió a la silla y gritó alborozado: "¡Me voy para Bilbao!". Puede ser un grito para programas futuros: "¡Me voy para Bilbao!". Para expresar similares agradecimientos, Michael Robinson se sirvió de unos vídeos en los que unos miembros de su equipo aparecían serios, concentrados, y otros se tomaban la sesión como una fiesta fin de carrera. Y menuda carrera ha sido el Mundial. Se entiende ese grito, a su término: "¡Me voy para Bilbao!". En el programa de Robinson hubo una guinda: una serie de cortos publicitarios en los que hasta el circunspecto Beckenbauer convocaba a la gente a comer verdura en un plato de apariencia tan cutre como el propio spot, que debía ser de los años setenta. Risas para acabar el Mundial. Hacían falta.

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