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Un juez investiga una red que puso de vigilantes de un reformatorio a inmigrantes con papeles falsos

Los afectados pagaban unos 200 euros por los permisos de residencia y trabajo falsificados

Un juez de Madrid investiga una trama de falsificación de documentos que logró colocar a una decena de inmigrantes sin papeles como vigilantes de seguridad del centro de reforma de menores Renasco, perteneciente a la Comunidad de Madrid. Los miembros de esta red elaboraban decenas de permisos de trabajo y residencia falsos y los vendían a inmigrantes por algo menos de 200 euros. Muchos de estos inmigrantes fueron contratados, a su vez, por una empresa de seguridad y de servicios que les daba de alta en la Seguridad Social sirviéndose de esa falsa documentación.

El juzgado ha pedido al reformatorio Renasco un informe sobre el cometido que tuvieron en el centro los sin papeles que vigilaron a los menores. Entre otras tareas, el equipo de seguridad se encargó, según la dirección del centro, de "proteger y controlar las instalaciones y enseres de la residencia, prevenir y evitar fugas y controlar los accesos al centro, tanto en el interior como desde el exterior". Una fuente judicial explica: "Es una labor similar a la que hacen los funcionarios de las prisiones, pero con la diferencia de que éstos tienen preparación y vigilan a adultos, mientras que los que estuvieron en el Renasco carecían de papeles y de preparación". En el Renasco hay menores acusados de delitos graves como homicidios y robos con intimidación.

La empresa de seguridad que contrató y destinó al Renasco a estos inmigrantes fue Serycur, SL, situada en Madrid, y filial del grupo Serygur, que cuenta con unos 400 empleados.

Los hechos los investiga ahora el Juzgado de Instrucción 39 de Madrid y datan de finales de 2002 y comienzos de 2003. Tras aflorar este asunto, la Comunidad de Madrid rescindió el contrato a Serygur.

El máximo responsable de esta empresa se desmarca de estas irregularidades y asegura que fue él mismo quien denunció esta trama a la policía. "Aquí venían trabajadores con permisos de trabajo aparentemente válidos y les dimos de alta, pero nada más saber que los papeles eran falsos denuncié todo el asunto a la policía. Es verdad que hubo algún empleado sinvergüenza de esta empresa que al parecer intervino en la trama, pero fue expulsado de la empresa", señaló. En relación con este asunto, la policía ha detenido a J. F., supervisor de seguridad, entre otras personas.

A finales de 2002, la Fiscalía de Madrid se querelló contra tres vigilantes y dos educadores del Renasco por propinar una paliza a un menor. Los imputados entraron de noche en la habitación de un menor, inmigrante de 17 años, y la emprendieron con él a puñetazos y patadas en la cabeza como venganza porque había llegado tarde al centro y gritaba y daba golpes en la puerta de su habitación. La fiscalía se quejó entonces de la nula preparación de los vigilantes.

El caso de esta red dedicada a falsificar documentación oficial, lo investiga el grupo policial que combate a las empresas que favorecen la inmigración ilegal y utilizan a ciudadanos en situación ilegal para lucrarse.

Amenazas de un directivo

Aunque el máximo responsable de Serygur señala que en su empresa todas las personas están ahora correctamente dadas de alta y que aquel incidente lo denunció el mismo, fuentes de la investigación señalan que las irregularidades (los falsos permisos de trabajo y residencia) fueron denunciados a la policía por un vigilante de esta empresa. Éste denunció que la empresa le adeudaba "muchas horas extras" y que uno de sus directivos, el detenido J. F., le llamó por teléfono y le amenazó para que no denunciase los hechos.

El trabajador, de origen rumano, declaró a los agentes que fue J. F. quien le dijo con quién debía contactar para conseguir el citado permiso de trabajo falso. J. F. ha negado este extremo, y afirma que él se limitó a poner a éste y a otros trabajadores en contacto con Serygur para que les dieran de alta en la Seguridad Social, pero que su misión no es ver si un aspirante a un puesto de trabajo dispone o no de papeles en regla. También ha negado las amenazas.

En sus pesquisas, la policía ha descubierto casi 30 casos de trabajadores con permisos falsos que luego utilizaron para trabajar como vigilantes o controladores de seguridad. Una decena de ellos trabajaron en el Renasco.

Además de J. F., en relación con esa trama figuran imputadas otras cuatro personas, así como los trabajadores que, sabiéndolo o no, utilizaron los documentos falsos que les permitieron trabajar en la empresa. Otro de los supuestos miembros de la trama, en el ámbito de la cúpula, es D. V. V. Cuando la policía lo detuvo le encontró en su poder dos permisos falsos de residencia y trabajo en España. En uno de ellos constaba el nombre de otra persona. D. V. V. señaló que esos papeles no eran para venderlos a nadie y que los había hecho para él.

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