Homenaje al hijo del panadero

Ya ha de pasar algo gordo para que el cura de Saint Méen-le-Grand, un pueblo de 4.000 religiosos habitantes levantado alrededor de un monasterio fundado en el siglo VI por un monje británico, deje a sus fieles sin misa un domingo. Ha de pasar, por ejemplo, que el Tour pase por allí por primera vez en su historia. Saint Méen no es una villa cualquiera, sino la patria chica de Louison Bobet, el primer ciclista que ganó tres ediciones consecutivas de la carrera, en 1953, 1954 y 1955, argumento suficiente para que Bernard Hinault y Jean-Marie Leblanc homenajearan ayer al corredor en la salida de la etapa.

Merçi (gracias), Louison; merçi le Tour. El mensaje se repetía cientos de veces escrito en Saint-Méen. "Aquí nació Bobet, campeón ciclista", recuerda una placa colocada en la pared de la antigua panadería familiar, convertida en una tienda de informática. La calle de su vieja casa lleva su nombre, así como un estadio deportivo, y una antigua mansión burguesa es desde 1994 el museo Louison Bobet, abierto únicamente las tardes de julio, agosto y septiembre al precio de tres euros.

"La excepcional historia ejemplar de Louison Bobet", se titula un folleto sobre su vida y su carrera. En las paredes cuelgan fotos con su rival y amigo Fausto Coppi, italiano, y con el futbolista Raymond Kopa; las vitrinas están llenas de copas y dos maillots simbolizan sus éxitos: el amarillo del Tour de 1953, un suéter de lana y con botones, y el arcoiris de campeón mundial de 1954. "¡Qué gran campeón, siempre elegante, siempre disponible! Gracias a él, nuestro pueblo es conocido por mucha gente", explica Christiane Ratsel, la directora.

Cuentan que Louison era hijo de Louis Bobet, panadero de noche y deportista de día, al que en cierta ocasión sus vecinos vieron llegar con una pértiga en el techo del coche con la que saltó la altura de una portería de fútbol. Louison, nacido en marzo de 1925, heredó el oficio y la afición de su progenitor. Cuando todos dormían horneaba el pan para el pueblo y cambiaba de traje al salir del trabajo. Practicó el atletismo y el tenis de mesa, pero hizo fortuna con el ciclismo: campeón de Francia amateur, once etapas y tres victorias finales en el Tour, Milán-San Remo, París-Roubaix, Tour de Flandes y Tour de Normandía. Sólo Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Miguel Indurain y Lance Armstrong han enlazado como él tres victorias seguidas en París. Su compañero Raphael Geminiani, segundo en 1951, recordaba estos días su pundonor en 1955, cuando un grano infectado en un glúteo casi le hace abandonar: "Cada mañana lloraba de dolor cuando se ponía el culotte. Era el coraje personificado, una especie de caníbal antes que Merckx".

Las pedaladas se le acabaron a Bobet en marzo de 1983, superado por el cáncer. Su cuerpo descansa en Saint Méen, donde perdura su herencia. Su cantera ciclista es una de las más conocidas. Todos quieren ser Louison.