Una vecina silenciosa que no hacía vida de barrio
Los Mossos condujeron ayer a las 20.40 horas a Remedios a su piso de Sant Andreu. La detenida se negaba a salir del coche. Dos policía tuvieron que cogerla de piernas y brazos e introducirla sin tocar el suelo en el edificio. Varios vecinos contemplaron la escena. En este barrio popular de Barcelona, la mayoría de vecinos de Remedios ignoraban su existencia. "No hacía vida de barrio", comentó uno de ellos. Donde sí la conocían era en la frutería de la esquina. Su dueño estaba sorprendido por las cantidades de patatas, cebollas y tomates que compraba. Luego dedujo que eran para el bar donde Remedios trabajaba, informa Vanessa Pi.
Algunos vecinos de escalera no reconocían a la acusada en las fotos de la prensa. En la única reunión de comunidad donde recuerdan haberla visto no estaba tan deteriorada físicamente y vestía con elegancia. "Era majísima, alta, bien arreglada", comentaba la vecina de su ático, que apenas la veían en la terraza colindante. Era una vecina silenciosa.
En la historia criminal de España hay varios casos similares e incluso de mayor envergadura. Encarnación Jiménez Moreno, de 38 años, fue arrestada en julio de 2003 en Madrid, acusada de desvalijar a 20 ancianas solitarias y de haber asesinado a dos de ellas. Entre 1987 y 1988 el albañil José Antonio Rodríguez Vega sembró el terror entre las ancianas de Santander. Fue condenado por matar a 16 mujeres, El más conocido asesino en serie es Manuel Delgado Villegas, el Arropiero, detenido en 1971. Acusado de 22 muertes, murió en 1998 en un psiquiátrico tras 27 años entre rejas. Francisco García Escalero, apodado el mendigo psicópata, dio muerte en Madrid a 11 marginados entre 1987 y 1993. Más recientemente, Joaquín Ferrándiz Ventura, en Castellón, fue condenado por matar a cinco mujeres entre 1995 y 1996 .
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