El encierro acabó en los juzgados

Con la misma expectación que los actos programados para San Fermín, la asociación Personas por la Ética en el Trato a los Animales (PETA) celebró ayer por quinto año consecutivo su particular encierro humano, que aboga por acabar con la tradición más arraigada de la popular fiesta pamplonesa. A pesar de contar con todos los permisos en regla, tras una decisión del Tribunal Superior de Justicia de Navarra que les permitía manifestarse por el recorrido tradicional del encierro, los más de 1.400 semidesnudos participantes en la marcha tuvieron que discurrir por calles aledañas para evitar toparse con las actividades infantiles organizadas por el Ayuntamiento de Pamplona (UPN) en la plaza consistorial. Según el abogado de la asociación, Ramsés Abad, el Ayuntamiento celebró esos juegos para evitar el normal transcurso de la marcha. Así, PETA ha interpuesto una denuncia contra el Consistorio alegando que éste ha incurrido en desobediencia a la autoridad. Ante tal tesitura, los manifestantes, provenientes de una veintena de países, decidieron aceptar el consejo de cambiar el trayecto de la manifestación y así evitar que los niños y sus familias les viesen en ropa interior o casi desnudos, con los consiguientes incidentes que esto podía haber provocado. Al grito de "Sí a los toros, no a los toreros" o "la tortura no es arte ni cultura", los antitaurinos desfilaron sin incidentes ante la continua observación de 60 policías nacionales que velaban por su seguridad. La mayoría de los participantes, sin más prendas que algo de ropa interior (una imposición aceptada para poder celebrar el acto), se concentró luego en el callejón de la plaza de toros, único espacio del encierro al que pudieron acceder entre ritmos de tambores brasileños y diversas animaciones de malabares. Según el responsable del evento, Francisco Vázquez, la convocatoria resultó un "éxito" que "tiene que hacer pensar a los pamploneses en lo que representa el encierro". Tras la manifestación de ayer, PETA llevará a cabo otros actos alternativos durante las fiestas de San Fermín que comienzan hoy para exigir el cese del maltrato a los toros, tanto en los encierros como en las posteriores corridas.