El candidato del PRI reconoce su derrota y avalará el resultado final
Roberto Madrazo, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y gran derrotado en las elecciones del domingo, reconoció ayer el revés sufrido por su partido y por él personalmente, y anunció que avalaría los resultados que dé el Instituto Federal Electoral (IFE) a partir del recuento que comienza hoy.
"Tenemos reconocimiento al IFE por el desempeño que hizo durante la jornada electoral, lo que nos deja con la plena certeza de que los resultados que den los cómputos del miércoles están avalados por lo que los electores decidieron", declaró Madrazo. El líder priísta se reunió con 16 gobernadores y los dirigentes del partido, en un cónclave que puso de relieve su frágil situación. El futuro de Madrazo al frente del PRI es más que incierto.
El partido histórico mexicano vive la peor crisis desde su fundación en 1929, debido a la catastrófica derrota sufrida por su candidato presidencial, que amenaza con arrastrar a la desaparición a la organización política que gobernó México de manera autoritaria durante 72 años. Tras las elecciones del 2 de julio, el PRI es un partido "lastimado, profundamente dividido" y enfrenta el riesgo de ser enterrado si no logra un liderazgo de unidad, afirmó el diputado priísta José Antonio Alberto Iñárritu.
De acuerdo con el legislador, la candidatura presidencial de Madrazo "indudablemente provocó el peor momento en la historia del PRI", pero con esta candidatura se siguió la ruta de "un desastre anunciado. Se tuvo la hazaña de cometer todos los errores para perder".
Pérdida de escaños
La caída en picado del priísmo queda demostrada por el hecho de que en la Cámara de Diputados vaya a perder más de un centenar de escaños, ya que de 203 pasaría a menos de 100, según los resultados provisionales.
Una situación similar enfrentará en el Senado, donde su presencia caería de 60 a 30 parlamentarios. La debacle comenzó a dibujarse con los votos logrados por Madrazo, 21% (8,31 millones) cuando hace seis años Francisco Labastida -que perdió la presidencia- obtuvo el 36% de los sufragios (13,57 millones). Y para colmo, el PRI no repuntó en las elecciones para gobernador, al perder ante el PAN en Morelos, Guanajuato y Jalisco, y frente al Partido de la Revolución Democrática en la ciudad de México.
El columnista Salvador García Soto dice que el relevo en el PRI "va a ser una pugna por el control". En su opinión, los gobernantes de 16 de los 32 Estados de México son los que cuentan con "la fuerza para contener esta revuelta interna, pero que puede poner en riesgo la supervivencia del partido". El sábado, el PRI debe elegir un nuevo presidente que releve a Mariano Alcocer, un hombre entregado totalmente a Madrazo, de quien dependerá en gran parte con quien se alineen los diputados en la Cámara.
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