Palabra de fútbol

Cuando el Mundial amaina, para España, la palabra del fútbol reposa. El sábado fue un día intenso, pero el domingo las aguas rebosaron, y las cadenas también. En el zapping del fin de semana observé que Carlos Sobera enseñaba en Antena 3 cómo había que dar la vuelta a una glorieta. Enseñaba tráfico como antes jugaba con las palabras. Una señal de tráfico, en la época del carné por puntos, vale más que mil palabras. Con el mismo mando que convocó a Sobera sintonicé Aída, en Tele 5. En ese momento, el dueño del bar, que ya tiene un amor, le decía a su camarero: "Niño, cuando vengas del entierro de tu madre tráeme unos condones, de los sensibles". En Telemadrid ponían El hombre que sabía demasiado, de una delicadeza extrema. Qué haría el dueño del bar de Aída con el léxico de James Stewart.

Lo mejor es la gente. Eso es lo que dijo en Localia José Ramón de la Morena, el director de El larguero. Contó, ante Antonio Oliver, el creador de Palabra de fútbol, cómo se fue haciendo su programa en la SER. Dijo que lo que siempre quiso fue corroborar en las ondas lo que el músico Benito Moreno dice en la sintonía de su programa: "Hincha, tú eres el mejor, escuchando el transistor". Fue una entrevista pausada en la que el periodista de Brunete confesó que fue Valdano quien le dijo en tiempos de zozobra: "Entre el hambre y la libertad hay que elegir".

Se enfrentó De la Morena al estado actual del periodismo, y deslizó una definición que pone en guardia a las tertulias: "Una paella de opiniones". Me entretuve mirando, y oyendo, a otros colegas de De la Morena. Vi cómo Valdano desmontaba en La Sexta la estatua de Ronaldinho y observé en Canal + cómo Robinson se adentraba en el comentario de tráfico, como Sobera: un desalmado había irrumpido en una glorieta de Berlín y se había llevado por delante a un niño de seis años. "Este bárbaro no volverá a conducir en 20 años", comentó Robinson, quien recordó que en Berlín todavía no existe el carné por puntos. Fue entonces cuando sintonicé Antena 3 y vi cómo Sobera ayudaba a sortear las glorietas de tráfico.