Emotivo funeral de la mayor de las niñas belgas asesinadas

Natahlie Mahy, de 10 años, la mayor de las dos niñas asesinadas hace tres semanas en Lieja, descansa ya en paz en un cementerio próximo a la casa, en que vivía con su padre, Didier. Al emotivo funeral de ayer, celebrado en la intimidad y desarrollado en una atmósfera infantil, asistieron representantes de la Corona y del Gobierno. Las acusaciones sobre el único detenido en el caso, Abdallah Ait Oud, se ampliarán la semana entrante a violación y asesinato.

A la iglesia de Saint-Gilles, donde se celebró el funeral, sólo tuvieron acceso un escogido grupos de personas: padres, hermanos y otros familiares, amigos de la familia, compañeros del colegio de Nathalie y representantes del Estado, encabezados por un emisario de la Casa Real y por el vicepresidente del Gobierno. Entre los invitados a la ceremonia estaban la madre de otros dos niños desaparecidos sin dejar rastro hace 10 años en Amberes, y los padres de An Marchal, una de las víctimas en 1996 del pederasta Marc Dutroux.

A pesar de la petición de intimidad realizada por Didier Mahy, unas 300 personas acudieron a las inmediaciones del templo y rompieron el silencio para aplaudir al padre. El funeral de Stacy, de 7 años, asesinada junto a Nathalie, se celebrará mañana en una iglesia del barrio de San Leonardo, en el que perdieron la vida. Por deseo de la familia, la ceremonia será pública y transmitida por televisión, mientras todo el país espera ansioso los resultados de los análisis y pruebas de ADN realizados a Ait Oud y a los dos cadáveres.

El detenido, un belga de origen marroquí, de 38 años, desempleado, se entregó a la policía el 13 de junio, tres días después de la desaparición de las niñas, con las que se le había visto según testigos. Los cadáveres de las dos víctimas fueron hallados el pasado miércoles 28 de junio.