Bombardeo a la oficina del primer ministro palestino
Un helicóptero israelí disparó anoche dos misiles contra el edificio que alberga la oficina del primer ministro palestino Ismail Haniya. El dirigente de Hamás no se encontraba en el inmueble en el momento del bombardeo, que dejó tres agentes de seguridad heridos y numerosos daños. En otra incursión aérea israelí, en Yabalia, sí murió un miembro de Hamás y otro resultó herido, según fuentes palestinas.
Los ataques aéreos se produjeron en la madrugada, varias horas después de que tropas israelíes, que ocupan desde el martes el aeropuerto de Rafah, en el extremo sur de la franja de Gaza, invadieran con blindados y excavadoras el municipio de Abasan, en las inmediaciones de Jan Yunis. Aseguran portavoces del Ejército que se adentraron en busca de minas y explosivos.
Por su parte, milicianos de Hamás dispararon misiles anti tanque contra los soldados, fuego que fue repelido sin que hubiera muertos. Fue el primer choque armado entre los militares israelíes y los islamistas desde que se desató la crisis por la captura del soldado judío hace una semana.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, había difundido un comunicado en el que aseguraba que si al término del shabat, a la puesta de sol, el soldado cautivo -que está herido leve en el estómago y un brazo, según confirmo un médico palestino- no había sido liberado, comenzaría en cualquier momento la invasión militar por tierra también en el norte de Gaza. "Si las cosas no cambian, todo apunta a una dirección: más derramamiento de sangre, más caos y pobreza, más catástrofes y más inestabilidad en la región", afirmó el mandatario palestino.
La presión sobre el movimiento fundamentalista es difícilmente soportable. Sus líderes han pasado a la clandestinidad. Abbas aseguró que el principal problema que afrontan los mediadores egipcios es la falta de interlocución con los secuestradores, que hicieron público su segundo comunicado. Exigen a Israel la liberación de 1.000 prisioneros y que ponga fin a las actividades militares en Gaza. Los llamamientos de dirigentes de todo el mundo para que el soldado sea liberado -entre ellos, ayer, el presidente Bush- y los ataques israelíes detenidos caen en saco roto. El Gobierno de Ehud Olmert rechazó toda negociación sobre la propuesta egipcia, que consistiría en la vuelta a casa del rehén a cambio de la promesa de liberación de prisioneros palestinos.
La escalada militar que ha reventado las infraestructuras palestinas continuó con el lanzamiento de 400 proyectiles en zonas adyacentes a Beit Lahia y Beit Hanun, al norte de la franja.
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