El principio de igualdad
Las últimas actuaciones del juez Grande-Marlaska persiguiendo la colaboración con el grupo terrorista ETA dignifican a todos los ciudadanos. El juez simplemente está aplicando el principio de igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, aun en contra, como parece ser este caso, de la opinión del poder ejecutivo.
Frente a ello, la respuesta corporativa de algunos grupos políticos que arropan a sus militantes, como si la militancia política eximiese de la comisión de actos delictivos. Frente a ello, la calculada ambigüedad del editorialista de EL PAÍS (25 de junio de 2006) que aconseja al juez prudencia y atención a la realidad social. Un Gobierno de un Estado de derecho tiene instrumentos para entablar conversaciones con un grupo terrorista, y a buen seguro que el Gobierno español los tiene. Y, por ello, causa perplejidad que un diario que se ha distinguido por la defensa de los derechos individuales no sea más rotundo, y parezca insinuar, que en determinadas circunstancias, los jueces instructores podrían dejar de perseguir ciertos delitos y mirar para otro lado.
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