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Entrevista:Ronaldo | Delantero de Brasil y máximo goleador en la historia de los Mundiales | Alemania 2006 | Brasil-Francia

"El gol tiene el poder de adelgazar"

En el jardín del Castillo de Lerbach, en las proximidades de Colonia, decenas de reporteros de radio brasileños entrevistan a Juan, Gilberto Silva y Cafú. En la terraza del hotel, Ronaldo Nazario da Lima practica el swing. Las bolas de golf sobrevuelan a unos patos que nadan ajenos al ajetreo periodístico en un pequeño estanque y se pierden en el bosque. Luce el sol en la campiña alemana. Es mediodía. Al poco, el mayor goleador de la historia de la Copa del Mundo aparece en el jardín acompañado de los responsables de comunicación de R9, David Espinar y João. A la sombra de un frondoso sauce, el pasado jueves y durante media hora, Ronaldo atendió a EL PAÍS.

Pregunta. El partido de cuartos contra Francia, de alguna manera, completa una parte de su carrera. El recuerdo de la final del Mundial de Francia de 1998 es inevitable.

"Contra Croacia jugué mal y me criticaron. Cobro mucho dinero y eso da derecho a exigirme mucho"
"Sabía que los primeros partidos no iban a ser buenos. Llegué en peores condiciones que mis compañeros"
"En el fútbol está todo inventado. Por eso el periodismo deportivo va en una línea sensacionalista muy mala"
"Un Mundial pasa muy rápido. Los jugadores no tenemos tiempo para fallar y tenemos que ser prácticos"
"Lo más importante es aprovechar estratégicamente los mínimos detalles para ganar. Nosotros nos olvidamos del 'jogo bonito', lo aseguro"
"Estoy muy feliz en Madrid. Lo que quiero es un equipo para ganar y ser campeones. Falta quien lo comande y organización"
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Respuesta. Normal. De hecho, afronto el partido como otra final.

P. En circunstancias muy diferentes, ciertamente.

R. Sí. Pero no lo tomo como una revancha, aunque podría parecer que el destino nos colocó a Francia en cuartos para asumir el partido como si fuera una revancha porque, de verdad, desde octavos, todos los partidos son una final. Ya no hay tiempo para corregir un error. Quien pierde se va a casa.

P. En lo que va de Mundial, da la sensación de que usted le ha servido de excusa al juego de Brasil: se jugó mal, la culpa fue suya; marcó goles, todo fue bien, todos felices. ¿Cómo ha vivido el tránsito de la crítica a la esperanza?

R. Tengo la espalda ancha para aguantarlo. Sabía que los primeros partidos no iban a ser buenos, que poco a poco ganaría confianza y mejoraría físicamente, sobre todo por los últimos meses que pasé en Madrid, lesionado y sin entrenarme. Llegué en condiciones inferiores a las del resto de mis compañeros. Pero como las cosas conmigo tienen una dimensión muy grande, como siempre, todo cayó encima de mí otra vez. Yo estaba tranquilo, sabía que iba a mejorar y que saldría una vez más de la situación, porque conozco mis límites.

P. Muy anchas tiene que tener las espaldas para soportar la presión que soporta.

R. Siempre fue así, haga lo que haga. Pero como soy consciente de mis posibilidades y mis condiciones, no estaba muy preocupado. Ahora me encuentro bien y creo que puedo mejorar todavía.

P. ¿Consideró exagerada la reacción tras el partido de Berlín, cuando le silbó la grada y las críticas fueron feroces?

R. No, ciertamente jugué mal. Pero la gente espera demasiado de mí. Ellos saben lo que puedo darles y me exigen.

P. La exigencia es tal que parece excesiva. Sufrió mareos y tuvo que ir al hospital tras el debut.

R. Nada, pura precaución. Había tenido un poco de gripe días antes. Me hicieron pruebas y al día siguiente ya me estaba entrenando.

P. A menudo se antoja excesiva la presión sobre usted, como si se ignorara que es sólo un futbolista, un ser humano. Ni más ni menos.

R. No se olvida nadie de eso, seguro, pero cobro mucho dinero y eso da derecho a exigirme mucho.

P. ¿Cómo le ha afectado una temporada tan frustrante con el Madrid a la hora de incorporarse a la selección?

R. Me han afectado las lesiones, y mucho, que han condicionado la temporada. Pensaba que iba a ser un año espectacular porque empecé marcando ocho goles en ocho jornadas. Hasta que sufrí la lesión de tobillo que lo cambió todo. Luego volví, pero me faltó equilibrio entre las dos piernas y me sobrevinieron lesiones musculares. Todo por culpa del tobillo. Total, que llegué a la selección sin haber trabajado apenas en los dos últimos meses.

P. ¿Tan gordo como para que el presidente Lula se interese por esa cuestión? ¿Qué le está pasando al fútbol para que se llegue a tanto?

R. Lula es un aficionado al fútbol como los 148 millones de brasileños y ya trató de aclarar sus declaraciones. Yo, con lo que le contesté, quise demostrarle lo mal que se pueden interpretar unas palabras. Pero está todo aclarado. Ojalá lo celebremos en Brasilia los dos juntos, que es lo queremos todos.

P. De su peso hace días que no se habla.

R. El gol tiene el poder de adelgazar. Por lo menos, en lo que a mí respecta. En algunos periodistas falta criterio en el momento de comentar.

P. Por lo menos Brasil ha recibido unas nociones de dietética impresionantes. Muy útiles.

R. La verdad es que muchos tienen demasiadas dudas y les cuesta creernos cuando decimos que lo importante no es el peso, sino el porcentaje de grasa, los resultados de las pruebas físicas. Creen que estamos para engañar. Hay que buscar la verdad y no escribir tonterías. El fútbol es muy sencillo, está todo inventado. Por eso el periodismo deportivo va en una dirección de sensacionalismo que me resulta bastante mala. Y conmigo, eso además se multiplica, siempre fue así.

P. Da la sensación de que eso sucede porque pasan los torneos, termina un Mundial, empieza otro y sigue siendo usted el referente, como si detrás suyo en la selección de Brasil no terminara de salir nada nuevo que le libere del liderazgo.

P. Yo estoy contento de ayudar con mis posibilidades. Y sí salen jugadores. Explotó Ronaldinho y ganó merecidamente varios títulos individuales, porque se acreditó como el mejor. Robinho demostró calidad. Está Adriano, que viene metiendo goles. En Brasil siempre sale gente. Ahora mismo, Zé Roberto se está convirtiendo en un gran líder para el equipo.

P. Está bien que les defienda, pero al final todos parecen protegidos bajo su paraguas.

R. No, nos protegemos entre todos. No creo que yo sea el paraguas, aunque lo parezca. Mi dimensión es más grande pero estamos con las manos dadas y unidos.

P. Unidos estarán, pero no están cumpliendo las expectativas.

R. Con Brasil se espera espectáculo y victorias. Todo. No empezamos muy bien, pero es normal. La dinámica del equipo va a más, el equipo empieza a buscar bien los espacios, al hombre libre. En Berlín, contra Croacia, no estuvimos bien. Para algunos era su primer partido en el Mundial, yo estuve mal. Es comprensible. También es verdad que Croacia es un buen equipo.

P. ¿Hay mucha diferencia entre el Brasil de 2002 y el actual?

P. Básicamente que aquél consiguió el objetivo y éste se encuentra en el camino.

P. ¿El equipo se resiente de las críticas?

R. No, el equipo esta tranquilo. La gente tiene experiencia y se aisla. Llegamos siendo el gran favorito y creo que nadie duda de que seguimos siéndolo, aunque además a nosotros se nos exige jugar bien.

P. Brasil siempre juega con el mito del jogo bonito. ¿Eso les genera mayor presión?

P. No, porque nosotros sabemos cuál es el objetivo. El objetivo es ganar, a eso venimos. La gente quiere espectáculo, y nosotros pensamos: si viene, mejor. Lo más importante es aprovechar estratégicamente los mínimos detalles para ganar. Nosotros nos olvidamos del jogo bonito, se lo aseguro.

P. Ustedes y el resto. No parece éste un Mundial excesivamente lucido en cuanto a juego. No se han visto muchas cosas.

R. No estoy de acuerdo. He visto cosas bonitas, jugadores interesantes.

P. ¿Tres nombres de jugadores?

P. No es a mí a quien le corresponde dar esos nombres, pero he visto cosas extraordinarias, gestos extraordinarios. Además, un Mundial pasa muy rápido, los jugadores no tenemos tiempo para fallar, tenemos que ser lo más certeros posibles. Se tiende a ser práctico, es lógico.

P. Para práctico, usted. Van 15 goles.

R. Estoy contento. Eso significa que he ayudado a mi país ha conseguir algo. Y que he jugado muchos partidos y he marcado muchos goles.

P. ¿Con cual se queda?

R. Un gol es un gol. Y a mí me gusta mucho marcar goles. De los quince, los dos de la final, seguramente, fueron especiales por ser en una final, pero me quedo con todos. El que le marqué a Japón con la cabeza, por aquello que dicen que no marco muchos. Me equivoqué, fue uno de mis errores. En serio, meto más de los que parece. En el Madrid metí 14 o 15.

P. ¿Qué le ha parecido España en este Mundial?.

R. Ha hecho uno de los mundiales más bonitos. Salió en octavos pero creo que enseñó muchas cosas buenas. Vi el partido contra Francia y me pareció duro y disputado. Pudo ganar cualquiera.

P. ¿Le recordó Francia a la del 98 en algún aspecto?

R. Sí, porque acumula calidad y experiencia. Supo jugar su partido y bloquear a España.

P. ¿Por dónde se le gana a Francia?

R. Hay que intentar bloquear a Zizou y a Henry, principalmente en el aspecto ofensivo. Y defensivamente, tener paciencia para encontrar espacios y aprovechar la oportunidad, porque son muy fuertes. No tenemos que cambiar en nada sino jugar nuestro fútbol. Francia tratará de hacer lo mismo.

P. ¿Qué opinión le merecen las selecciones que quedan en liza?

R. Respeto, porque cualquiera puede ganar el título. Tal vez la que más me ha sorprendido es Argentina. Todas son clásicas finalistas.

P. ¿Y Portugal?

R. Portugal lo está haciendo bien, lo hizo en el Europeo y lo está manteniendo. Yo creo que Felipão ha cambiado mucho últimamente.

P. ¿Tanto se nota la mano del entrenador en un equipo?

R. Para lo bueno y para lo malo. De eso sé algo.

P. Mañana hay elecciones en el Madrid, donde se ha acostumbrado a ver pasar un entrenador tras otro. ¿Ha podido seguir el proceso electoral?

R. Más o menos, por Internet, pero las noticias, la verdad, cada vez son más confusas, cada uno cuenta una historia más rara... ¡Hubo uno que dijo que los jugadores tenían que trabajar ocho horas diarias! Igual tengo que ir a hacer de secretario.

P. ¿Por qué vende tanto eso de decir que el jugador trabaja poco?

R. Se nota que hay muchos directivos que no entienden nada de fútbol.

P. ¿Le apetece continuar en el Real Madrid?

R. Sí, estoy muy feliz en Madrid. Lo que quiero es un equipo para ganar y ser campeones.

P. ¿Y qué ambiente precisa? ¿Cómo les afectó la dimisión del presidente Florentino Pérez?

R. No demasiado, el desconcierto ya venía de antes. Hablando de fútbol, el Madrid estaba mal colocado antes.

P. ¿Qué cree que necesita?

R. Deportivamente, organización, mirar más en el fútbol. Tenemos un equipo, pero si vienen fichajes de nivel, mejor. Equipo hay, falta quien lo comande y organización.

P. ¿En tanto que defensor de causas humanitarias, no le hace una especial ilusión que el próximo Mundial se dispute en Suráfrica?

R. ¡Ya veremos si llego! De momento, trataré de ganar éste. El de Suráfrica va a ser especial, por lo que supone aquel país. Pero ya veremos.

Ronaldo sonríe durante uno de los entrenamientos de la selección brasileña en Francfort.
Ronaldo sonríe durante uno de los entrenamientos de la selección brasileña en Francfort.REUTERS

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