La policía toma la plaza de Centro en la que fue asesinada una mujer
Los vecinos hablan de "espejismo" al ver la zona libre de traficantes e indigentes
Los niños jugaban en los columpios, el recinto estaba limpio y una decena de policías daba vueltas. Tres días después del asesinato de una prostituta a navajazos y de que los vecinos denunciasen en un vídeo colgado en la Red la degradación de la plaza de Soledad Torres Acosta, a espaldas de la Gran Vía de Madrid, el paisaje había cambiado. Los vecinos lo calificaron de "espejismo" y creen que el despliegue policial durará menos de una semana. Por eso, piden una reforma integral de la plaza y reunirse de inmediato con el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y la oposición.
"Llevo cinco años viviendo aquí y sólo estas dos últimas noches he conseguido dormir ocho horas seguidas con las ventanas abiertas", comentaba ayer Tino, un vecino de la plaza. "Si antes había 70 personas malviviendo ahora hay cinco o seis, como mucho, y es que han puesto a un par de policías en cada esquina". Ayer tarde, tan sólo un par de mendigos dormían en sendos bancos de la plaza. El recinto estaba limpio. La policía pasaba en coches y motos, mientras una decena de agentes hacía guardia ante una concentración de vecinos.
Algo más de 50 personas se reunían para pedir medidas urgentes al Ayuntamiento y a la Delegación del Gobierno. Algunos manifestantes llevaban cartelones: "Esperanza. Vives aquí al lado, pero esto a tí no te alcanza, eh?" y "Gallardón, ¡¡Ya te vale con la especulación, hombre!! ¿Qué más quieres?".
Entre los manifestantes estaba Jordi, de la Asamblea Ciudadana del Barrio de la Universidad, la entidad que ha colgado un vídeo de denuncia enla Red, quien destacó que los traficantes se mueven ahora por las calles aledañas a la plaza. "Estamos ante un problema de voluntad política. Es un barrio histórico, que necesita un plan integral", señaló Jordi. La asamblea ha pedido una reunión con el alcalde, con la Delegación del Gobierno y con la oposición. La primera medida será invitar a los mandatarios a que vean la degradación del barrio.Los vecinos son escépticos y creen que la situación no durará. De esa opinión es Jesús Martín, gerente de dos edificios de oficinas (ocupados al 35% y al 65%, respectivamente) y del aparcamiento subterráneo de la plaza. "Ojalá estuviera así siempre. Esto parece hoy [por ayer] el barrio de Salamanca", afirmó.
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