Blasco duda cuatro años después si usa la ley para dar heroína bajo control

Cuatro años después de que el consejero de Sanidad, Rafael Blasco, impulsara desde el departamento de Bienestar Social la ley que permite suministrar heroína bajo control médico a toxicómanos, ayer evitó precisar si piensa aplicarla en la presentación del Plan de Drogodependencias 2006-2010 y sólo apuntó que no se cierra ninguna puerta. La directora de Drogodependencias, Sofía Tomás, fue más tajante al desaconsejar la medida.

La ley establece que para los pacientes en los que los tratamientos ordinarios no tuvieran efectos -personas con una larga trayectoria como toxicómanos- la Generalitat "mediante recursos asistenciales propios fomentará el uso compasivo de medicamentos agonistas, incluyendo las propias sustancias que hubieran generado la adicción". Esta posibilidad, introducida en 2002 cuando se modificó la ley de drogodependencias de 1997 -ambas impulsadas por el PP- se vinculó a la "evidencia científica de su utilidad terapéutica" constatada por organismos internacionales y en "ensayos clínicos favorables en muestras españolas".

La norma, aprobada con gran difusión mediática, cayó en el olvido a pesar de los ensayos de dispensación de heroína desarrollados en Cataluña y Andalucía. Este último con resultados superiores a los tratamientos de metadona, mientras que en el caso catalán aún no se han difundido.

En la presentación del Plan Estratégico sobre Drogodependencias y otros Transtornos Adictivos 2006-2010, el consejero de Sanidad, Rafael Blasco -que aprobó la modificación legal en 2002 cuando el área de drogodependencias dependía de Bienestar Social y él dirigía este departamento- evitó toda concreción. Dijo que la consejería "no cierra ninguna posibilidad" relacionada con esta medida. Es un asunto "complejo jurídicamente" y sobre el que "debemos de ser muy cuidadosos puesto que las experiencias y las investigaciones son controvertidas". A ello, añadió su deseo de "no generar falsas expectativas ni efectos contrarios a lo que era una medida humana y humanista".

La directora general de Drogodependencias, Sofía Tomás, fue más cauta. "Las experiencias en Cataluña y Andalucía no han sido tan esperanzadoras como se creía", comentó, "la ley contempla estas medidas, pero si los resultados con metadona son positivos, no sé porqué se deben aplicar". Además, señaló que Sanidad está desarrollando un ensayo para estudiar los efectos de la buprenorfina, un derivado opiáceo, como sustitutivo de la metadona.

La Generalitat destinará 115 millones de euros al desarrollo del Plan Estratégico de Drogodependencias 2006-2010, según indicó Blasco, que acudió, junto a Sofía Tomás y el director de la Agencia Valenciana de la Salud, Manuel Cervera. El programa prevé prestar una mayor atención a los escolares de primaria y secundaria, ámbito en el cual se pretende "universalizar los programas de prevención" que ahora se imparten en 640 centros y se dirigen a 148.000 alumnos. Entre las medidas destinadas a este segmento de población se encuentran acciones que se desarrollarán en centros de ocio y a través de mensajes SMS o Internet.

En el área de prevención se encuentra también el manual Mano a mano, un "texto de orientación" sobre la prevención y asistencia de las adicciones en el puesto de trabajo ya que, según Blasco, "es indudable que tras algunos accidentes laborales está el abuso de algún tipo de sustancia que repercute negativamente en el trabajo". De hecho, según estudios de este departamento, el 50% de los trabajadores valencianos indican en encuestas que conocen a algún compañero de trabajo que consume alcohol u otra sustancia en exceso. El plan prevé aumentar en dos las unidades de conductas adictivas, así como los recursos de desintoxicación y deshabituación.