"¿Qué le ha pasado a Kimi?"

"¿Raikkonen rueda segundo?", preguntó por radio Fernando Alonso a los ingenieros de Renault a falta de trece vueltas para terminar la carrera. En ese preciso momento no era el piloto finlandés quién más preocupaba al campeón del mundo más precoz de la hitoria. Era la posición de Michael Schumacher, siete veces campeón del mundo y segundo en la clasificación general, quien centraba el interés del español. Sí rodaba segundo Raikkonen cuando lo preguntó Alonso, pero no cuando cruzó la meta. Entre ellos se coló Schumacher.

Con el brazo izquierdo en alto celebró Alonso su sexto triunfo de la temporada. Se abrió después la visera del casco, cerró los puños y, mirando a la cámara que su bólido monta en el costado izquierdo del cockpit, exclamó: "Toma!". Y, tras aliverar la tensión con el grito, volvió a demandar por lo ocurrido a su espalda. "¿Qué le ha pasado a Kimi?", preguntó el ovetense, de 24 años.

Coincidencia general: "La pista estaba muy sucia. Si te salías del carril, era difícil controlar el coche"

Ayer tampoco fue el día del finlandés. "En los repostajes hemos tenido un problema con el embrague y también con la rueda trasera", se lamentó Ice Man, quien, a falta de dos giros para la bandera de cuadros, regaló la segunda posición a un Schumacher que lo presionó vehementemente. "Cuando me he salido, no he podido hacer nada. La pista estaba muy sucia. Había mucha tierra y el asfalto parecía romperse", convino Kimi. Y, con su habitual cara mustia, lamentó: "Me da igual terminar segundo que tercero si no puedo ganar".

A Raikkonen se le acumularon los contratiempos desde el principio. "No ha sido un buen fin de semana. En la carrera todo ha salido bastante mal a pesar de salir bien", resumió.

Más contento se mostró Schumacher, el gran beneficiado de los errores del piloto de McLaren. "Si te salías del carril, el asfalto estaba muy sucio y resultaba muy complicado mantener el coche recto", afirmó también Schumi, que coincidió con Alonso al definir el estado de la pista urbana canadiense: "La línea de carrera estaba muy sucia", aseguró Alonso.

"He cometido un error, el coche me ha culeado y me he salido", explicó el español. "Hemos visto muchos incidentes y era muy difícil mantener la concentración todo el rato", declaró el vigente campeón del mundo, que elogió el comportamiento de su coche. "El balance ha sido perfecto durante todo el fin de semana", dijo el asturiano, que en las últimas dos vueltas observó cómo Schumacher se le acercaba por el retrovisor.

"Sin el safety car, la diferencia con Schumacher aún habría sido superior. El coche de seguridad a veces te ayuda y a veces no", ahondó Alonso, que sólo lamentó el no haber podido aumentar más su ventaja al frente del Mundial con respecto al alemán. "Habíamos podído colocar a Fisichella entre Michael y yo, pero, con el error de Giancarlo en la salida Michael ha terminado segundo", reflexionó.

Más contento se mostró Schumacher. "No hemos tenido un gran fin de semana, pero finalmente nos hemos situado en una posición bastante buena", dijo el alemán, que agradeció la aparición del coche de seguridad. "Gracias al safety car nos hemos juntado todos y nos hemos divertido bastante", reconoció el heptacampeón, que, tras colocar ayer su bólido después del de Alonso, se sitúa a 25 puntos del español en la clasificación general.