Y Ecuador enmudeció

Mientras en la pantalla gigante la spice Victoria Adams daba saltitos y gritaba "¡Gol¡", en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid cerca de 15.000 personas enmudecían. El gol del inglés David Beckham cortó la carrera de Ecuador en el Mundial. Y el grito de "¡Sí se puede¡", la consigna de los ecuatorianos -heredada de las manifestaciones en Estados Unidos a favor de los inmigrantes- dejó de sonar.

Unos 15.000 ecuatorianos residentes en España vieron ayer juntos perder a su equipo. El Palacio de Deportes de Madrid acogió a los inmigrantes: familias enteras, barras bravas (los seguidores ultras), parejas, adolescentes y muchos niños. En la consigna, se apelotonaban los carritos de bebé. "El carrito se puede dejar, pero el niño no", regañaba un vigilante a un hombre que pensó al ver los carricoches que la consigna era una guardería.

"Por lo menos no nos han metido tres o cuatro como me esperaba", dijo un aficionado

Fuera, la policía controlaba la venta ambulante de bebidas. A una familia entera los agentes le requisaron un carrito de la compra lleno de latas de cerveza y tetrabricks de vino.

Ya dentro, el ambiente lo caldearon un grupo de jóvenes alrededor de un tambor enorme que llevaba pintado el lema Muerte blanca. Las imágenes empezaban a mostrar al público en Stuttgart; y el público en Madrid alternó los "uhhhh" a los hinchas ingleses con los aplausos a los ecuatorianos. Tan sólo una inglesa en bikini recibió una sonora ovación.

En España viven casi 375.000 ecuatorianos, de los que 140.000 lo hacen en Madrid.

El himno de Ecuador empezó a sonar y el Palacio de los Deportes entonó la letra en forma de exaltación patria: "Indignados tus hijos del yugo que te impuso la ibérica audacia...". Con el partido ya en marcha, el aburrimiento del campo se trasladó a Madrid y el Palacio de los Deportes se llenó pronto de bostezos. "¡Unidos hacia el triunfo¡ ¡Que no decaiga¡", intentaron animar los presentadores del acto.

El disparo del ecuatoriano Carlos Tenorio al travesaño levantó a los aficionados, hundidos definitivamente cuando en la segunda parte Beckham marcó. "No es justo que sólo por un gol, y eso que a mí no me gusta el fútbol, he venido por estar con mucha gente", contó Isabel Pilatasig, mujer de la limpieza de día y camarera por la tarde. Óscar Samuesa. albañil, fue comedido. "Por lo menos no nos han metido tres o cuatro, que era lo que yo me esperaba", explicó este chico.

Al terminar el encuentro la fiesta, a pesar de la derrota, siguió fuera al grito de "¡Bechkam maricón¡". "¡Perdamos o ganamos, nosotros nos emborrachamos¡", fue otro de los cánticos con los que se despidió la afición ecuatoriana.