Los alumnos de las escuelas de adultos de Elche exigen más medios
En Elche hay 2.000 personas estudiando en alguna de las tres escuelas de adultos dependientes de la Generalitat. El curso ha terminado y durante un año más han tenido que esforzarse para asistir a clase y estudiar en unas condiciones precarias, que si no fuera por la alta motivación que aportan, no lo habrían logrado.
Desde las escuelas de adultos denuncian graves deficiencias de medios y de organización, que achacan a que todavía no se ha puesto totalmente en marcha la Ley de Formación de Personas Adultas del año 1995. Recientemente PSPV y EU reclamaron financiación al Consell para poder desarrollar la ley. José Antonio Durá, coordinador de las escuelas ilicitanas y miembro de la Mesa d'Agents Socials, explicó que no hay sensibilidad hacia esta educación ni por parte de la Administración valenciana ni tampoco por la local: "Somos la hermana pobre de la enseñanza", aseveró.
Durá manifestó que durante este curso la escuela Mercé Rodoreda de Elche ha llevado a cabo una campaña para pedir a la Generalitat que se dote de personal de administración al menos, a las escuelas más grandes. Esta en concreto cuenta con 1.200 alumnos y son los profesores los que deben hacer el trabajo administrativo. Por otra parte, las escuelas de adultos suelen estar ubicadas en locales sin luz natural, con techos bajos y sin condiciones. En el caso de la escuela Mercé Rodoreda, parte del alumnado acude a unos locales en la calle del Doctor Sapena y el resto asiste a clase a varios kilómetros de distancia en un antiguo colegio público, con los inconvenientes que supone esta situación para la coordinación y comunicación del profesorado. Otra dificultad consiste en que no cuentan con personal de apoyo pedagógico o terapéutico, cuando, como en cualquier centro educativo, hay alumnos con necesidades especiales. Tampoco disponen de reglamento de funcionamiento orgánico, que existe en la enseñanza primaria y secundaria, y reclaman además, la posibilidad de poder expedir los títulos de las enseñanzas especializadas que se imparten (como ciclos formativos de administrativo o sanitarios), cuyos estudiantes deben examinarse por libre en los institutos para obtenerlo.
Cambio del alumnado
El alumnado de las escuelas de adultos ya no es el de hace 15 años. Ha pasado de ser personas de avanzada edad que necesitaban aprender a leer y escribir, a unos alumnos con una media de edad de entre 35 a 40 años que, por diversas causas, deben reorientar su formación. Bien porque cuando estudiaron no obtuvieron el graduado, bien porque son jóvenes que tuvieron fracaso escolar en su momento, o también personas que necesitan ampliar conocimientos de informática o de cualquier otro tipo. En Elche, el 70% del alumnado son mujeres, y hay un pequeño porcentaje de inmigrantes, aunque no es significativo; éstos acuden más a los programas de alfabetización para extranjeros que organiza la concejalía de Educación.
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