"Me acuerdo más del gol que del grito"
Marco Tardelli, autor del segundo tanto de Italia en la final de España 82, se ha convertido en un símbolo de los Mundiales
Si hay una imagen que refleja la historia de los Mundiales es la del italiano Marco Tardelli. "¡Goool!", gritó recorriendo medio campo con los brazos abiertos y sin aire en los pulmones tras marcar el segundo gol en la final de España 82 contra Alemania, ganada por Italia por 3-1. Cada cuatro años revive esos momentos y confiesa que se le ponen los pelos de punta cada vez que ve las imágenes.
Pregunta. ¿Es consciente de que ese grito le ha convertido en un icono?
Respuesta. Sí. Fue maravilloso. Sé que esa imagen se ha quedado grabada en la memoria de todos, pero también creo que, si Italia hubiera vuelto a ganar un Mundial, ahora estaríamos viendo otra foto.
P. ¿La gente se acuerda más de la celebración o del gol?
"Si Italia hubiera vuelto a ganar un Mundial, ahora estaríamos viendo otra imagen"
"¿'La Juve' a Segunda? No tengo miedo. Hay que tenérselo a las guerras, no al 'calcio"
R. Puede que de la celebración. Más que nada, porque las televisiones muestran más el grito que el gol. Pero yo me acuerdo del gol.
P. ¿Qué pensó en ese momento?
R. No sé... Cuando vuelvo a verlo, pienso que aquel grito fue un logro importante en mi vida futbolística. Jugué una final, la gané y, encima, metí un gol.
P. ¿Cuántas veces ha vuelto a ver las imágenes?
R. Cada vez que hay un Mundial no se cansan de ponerla. Pero, si tengo que contar las veces que en mi casa he puesto la cinta en el vídeo, muy pocas.
P. Zoff dijo que esa celebración había sido un poco exagerada...
R. [Carcajada] Para Zoff, el simple hecho de sonreír ya es algo exagerado.
P. El pase del gol fue de Scirea. ¿Qué le dijo después?
R. Gaetano era una persona muy tranquila
[murió en un accidente de tráfico en 1989, cuando tenía 36 años], un chico que quería a todo el mundo. Me vio tan contento que no hizo falta que me dijera nada. Me sonrió.
P. Italia llegó al Mundial en un momento muy complicado por el escándalo de las apuestas en el calcio. Además, empató los tres partidos de la primera fase. ¿Cómo se vivía esa situación en el vestuario?
R. Bueno el escándalo de las apuestas ya lo habíamos vivido dos años antes en la Eurocopa. Nosotros estábamos bastante tranquilos. Siempre ha habido polémicas con la selección. Cada vez que hay un Mundial aparecen las críticas. Uno se queja de aquel jugador. El otro, de otro. Nosotros sabíamos que éramos un equipo fuerte, aunque no tanto como para ganar el título.
P. ¿Sentían la presión de la prensa?
R. No, porque habíamos eliminado a la prensa. Rompimos las relaciones con los medios. Fue una decisión nuestra, no del seleccionador. Enzo Bearzot nunca nos obligó a nada. Si decidíamos algo, lo aceptaba, aunque no estuviera de acuerdo. Era excepcional y creía en el grupo.
P. Después de la primera fase les tocó nada menos que Argentina y Brasil. ¿Cómo recuerda esos momentos?
R. Fue muy divertido porque vivíamos en la inconsciencia. Había tanta alegría que estábamos convencidos de que íbamos a ganar. Nadie apostaba por nosotros. No teníamos presión... La Argentina de Maradona y el Brasil de Zico y Sócrates, sí porque parecían imbatibles.
P. ¿Qué es lo que cambió?
R. No lo sé. Para la selección italiana siempre es difícil la primera fase. Hay mucha presión porque sabemos que los aficionados consideran un drama nacional no llegar a los octavos.
P. ¿Qué les dijo Bearzot antes de los partidos contra Argentina y Brasil?
R. Nada de particular. Era un gran hombre. Sabía cómo gestionar el vestuario, a quién tenía que pedir más y a quién menos. Nos dio siempre mucha tranquilidad y confianza, aunque a veces no la merecíamos porque no estábamos bien físicamente.
P. En la final, contra Alemania, Cabrini falló un penalti. ¿Les condicionó?
R. No. Llegados a ese punto, nos sentíamos tan fuertes que no teníamos miedo a nada.
P. Cada vez que Italia tiene un debut difícil en un Mundial, este año también, todos evocan el espíritu del 82...
R. Sí, pero ganar un título no es nada fácil. El último Mundial que habíamos ganado antes del 82 fue en el 38... Llegamos a la final en el 70 y en el 94. Tampoco nos ha ido tan mal.
P. ¿Cuál es el recuerdo más bonito que le queda de su pasado de futbolista?
R. El debut con la Juve, el equipo de mi ciudad y de toda mi vida, y luego el Mundial. La intensidad no fue la misma, claro, pero las emociones sí.
P. Ha colgado las botas y se ha puesto un traje para entrar en el consejo de administración de la Juve. ¿Tiene miedo de bajar a Segunda?
R. Existe esa posibilidad, pero no tengo miedo. En absoluto. Hay que tener miedo a las guerras, no al calcio.
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