Alma de gordo

Animado diálogo entre Eduardo Noriega y Guillermo del Toro bajo la mirada del jefe Sergi Arola, que tenía su Carta blanca (La 2) en un feo decorado con unos pinches trajinando al fondo. El director mexicano ha adelgazado notablemente, y el actor español sigue tan esbelto como siempre, a pesar de que come, según él, como una lima. Del Toro (que le dirigió en El espinazo del diablo) dijo que "Eduardo tiene alma de gordo", una manera tierna de expresar el resentimiento que todos los propensos a engordar sentimos por los comilones delgados. A la solemne declaración de Arola de que en la comida hay que poner los cinco sentidos, Del Toro respondió burlón que el sexo le supera en eso, pues reúne seis sentidos, siendo el sexto el de la culpa. Luego compareció otra invitada simpática y delgada, la diseñadora de moda Amaya Arzuaga, con una frase que aún sigo rumiando: "Una trufa es más bella que una modelo". También se habló de música, con la llegada al plató de un cuarto invitado algo entrado en carnes, Carlos Jean, lo cual destapó a Noriega como pianista que estudió hasta quinto curso; encima de delgado, es un guapo con alma.

El corpulento Carlos Jean hacía doblete en Noche Hache (Cuatro), aunque yo confieso que desconocía su música, y a tenor de lo que oí esa noche seguiré privándome de ella. Eva Hache, de la mano de su corresponsal político Castella, nos mostró la intervención en el Congreso de la diputada del PP Dolors Nadal, y lo que ésta dijo contra el ministro Montilla, sí que era gordo, muy en el estilo del trazo grueso preconizado por Martínez Pujalte. Las imágenes alimentarias reaparecían: Ronaldo ha adelgazado cuatro kilos para el Mundial, y así tendrá hambre de gol.

El jueves, ya de madrugada, se pudo disfrutar el divertido entremés de José Corbacho y su entrevista secreta en Buenafuente (Antena 3), pero el viernes, después de comer, vino el mal trago del partido contra Arabia Saudí, sólo de vez en cuando amenizado (Cuatro) por los comentarios de Maradona. Otro que ha hecho dieta.