Un gol que evoca viejos tiempos
Los realizadores del equipo son los delanteros, no los centrales, y el tanto de Juanito remite a las épocas más confusas de la selección
Un cabezazo de Marchena en el tiempo añadido sacó a la selección española de un serio apuro en el partido de clasificación para la Copa del Mundo disputado contra Bosnia Herzegovina en Mestalla (1-1). Y otro remate de cabeza de Juanito resolvió el encuentro de ayer en Kaiserslautern ante Arabia Saudí (1-0). Los dos centrales debutaron en la Copa del Mundo de Alemania con un partido que fue empeorando en el bando español con el paso de los minutos.
"No sé muy bien qué nos ha ocurrido en el segundo tiempo", argumentó Juanito, el central del Betis, "pero nos han quitado la pelota y hemos pasado un mal rato". "Incluso generaron ocasiones de gol. Hemos dejado demasiada distancia entre las líneas y sobre todo no hemos acabado las jugadas", insistió. "Ha habido demasiado toque. Perdimos muchas veces el balón y sus transiciones nos han generado problemas".
Juanito: "Queríamos demostrar al entrenador que también podemos jugar o ayudar"
Las jugadas de estrategia son una de las suertes que mejor domina el grupo de Luis
Juanito denunció una de las disfunciones que más disgustan a Luis. Quiere el seleccionador que sus jugadores acaben siempre las jugadas. Mejor si puede ser en gol o en remate, obviamente, y si no en falta, córner o si es menester en fuera de banda. No soporta que el rival no necesite armar una jugada para alcanzar la portería española. "Menos mal que pudimos ganar", subraya Juanito. "He debutado en un Mundial y, además, he metido el gol. No puede haber mejor forma de celebrarlo". El zaguero verdiblanco, que fue distinguido como el mejor jugador del partido en Kaiserslautern, es un especialista en los remates de cabeza a la salida de las faltas laterales o saques de esquina.
Ya son cinco los goles que cuenta España en las jugadas de estrategia, una de las suertes que mejor domina el equipo de Luis. El tanto de ayer, sin embargo, remite a los tiempos más confusos de la selección que prepara el técnico madrileño. Los goleadores del equipo de hoy son los delanteros y no los centrales, incluso en la estrategia. Puyol y Pablo, los dos defensas titulares en el centro de la zaga, no son precisamente rematadores. Justamente lo contrario que Marchena y Juanito. Marchena se estrenó ayer pese a que no había jugado ni un solo minuto en los en encuentros amistosos de preparación que la federación organizó después que Luis cantara la lista de convocados para el Mundial. Y Juanito apenas se había alineado un cuarto de hora.
El bético es el tercer central en el escalafón mientras que el valencianista fue una de las sorpresas en la relación de futbolistas para el torneo. Incluso se especuló con el hecho de que Luis le había preferido al delantero centro Morientes porque necesitaba a Marchena para los partidos de entrenamiento, una vez tomada la decisión de que Sergio Ramos iba a jugar de lateral derecho. "Todos intentamos hacerlo lo mejor posible", explicó Juanito, "aunque el partido contra Arabia no tenía demasiada trascendencia. Queríamos demostrar al entrenador que también podemos jugar o ayudar".
Juanito cumplió en el Fritz Walter Stadion y Marchena impuso también su físico en el juego aéreo defensivo. Pocas cosas hay que reprochar a Albelda en su condición de medio defensivo. Y Joaquín se marcó un buen primer tiempo. Hay jugadores suplentes que pueden tener su momento en un partido. Y así se vio ante Túnez con el propio Joaquín. El juego del equipo, sin embargo, recordó ayer a la selección confusa de los tiempos iniciales de Luis, nada que ver con la que irrumpió en Alemania, en la que los centrales tienen más protagonismo defensivo que ofensivo, los volantes ejercen de interiores, los laterales se han convertido en extremos y los puntas mezclan e intercambian posiciones.
El partido, en cualquier caso, se resolvió en una de las acciones con las que suele sucumbir Arabia Saudí, que ya había encajado diez de los 28 goles que recibió desde Francia 98 tras un centro templado o en jugadas a balón parado. Con el tanto de Juanito, la suma se amplía a once y, de ellos, diez han sido de cabeza, un aspecto que delata las penurias de la cobertura árabe para defender los balones aéreos.
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