Un artista en crisis y una periodista protagonizan la obra de Aguirrezabala
Conflictos de identidad y enigmas en 'Easyfriend', el nuevo trabajo del artista bilbaíno que habla con lenguaje cinematográfico y convierte al usuario en un detective de relaciones interpersonales
"¿Alguna vez has imaginado cómo sería la compañía de un amigo virtual?".
Como la frase mágica que abría la cueva de Alí Babá, estas palabras introducen al visitante en Easyfriend, el nuevo proyecto de Roberto Aguirrezabala. Célebre por obras centradas en el tema de la identidad y las relaciones interpersonales en la era de Internet, el artista bilbaíno regresa con un trabajo que se sitúa entre el arte en Internet y la película cinematográfica interactiva.
Easyfriend se desarrolla en un mundo ficticio, al que se accede creando dos personajes: por un lado, un avatar virtual con un apodo como en cualquier chat, y por el otro, su alter ego o amigo virtual, dotado de una identidad elegida por el usuario, quien debe definir su carácter proyectando en él su deseo y lo que espera de una relación: amistad, amor, sexo, agresividad, etcétera.
Por tanto, el mundo resulta poblado por numerosas parejas que pueden relacionarse y dialogar como si se tratara de un verdadero chat, con la única diferencia de que es necesario adquirir una cierta familiaridad para entender si nuestro interlocutor es una persona o un robot. "El proyecto utiliza la inteligencia artificial emocional para crear identidades dinámicas y configurables en un escenario de vida artificial, reconstruyendo parámetros de la vida humana y reinterpretándolos con entidades virtuales", explica Aguirrezabala.
Esta escenografía o interfaz social es tan sólo un primer nivel de lectura de una historia interactiva en 14 capítulos que cuenta las vicisitudes de dos personajes: Oriol, un artista en crisis, y Laura, una periodista de arte que debe entrevistarle con motivo de su nueva exposición. La participación del internauta resulta determinante, porque la historia se construye descubriéndola, viviéndola y participando en su desarrollo.
Como si fuera un enigma, el relato no resulta lineal. Una guía narrativa permite a los internautas elegir la secuencia de episodios, para intentar reconducir las experiencias de los personajes, según parámetros personales de interpretación y resolución de sus problemas.
El usuario conocerá las peripecias de Oriol y su insatisfacción frente a la incapacidad de expresarse con sus obras. "Todo mi trabajo gira en torno a la fragilidad e inestabilidad del individuo, en ese punto en que debe rodearse de una serie de mecanismos artificiales para construirse una nueva identidad adaptada y sostenida por la proyección de los demás", explica Oriol, atormentado por una historia de amor que ha terminado demasiado pronto.
La entrada en escena de Laura, que también sale de una decepción amorosa, introduce nuevos misterios, llegando a sugerir que los dos protagonistas comparten un pasado que no quieren revelar. El entramado de relaciones se descubrirá sólo en el último capítulo, en el que con un desenlace hitchcockiano, se revela la verdadera identidad de los personajes.
Todas las secuencias de vídeo están interpretadas por actores profesionales y grabadas por el propio Aguirrezabala. "El trabajo narrativo es la parte de Easyfriend que más me interesa. En realidad la conversación con el robot es, como lo llamaría Hitchcock, un McGuffin: simplemente hace que la trama avance, es la justificación del modo de comportarse de los personajes", señala el artista, que continuará esta investigación en su siguiente proyecto: un cortometraje para el cine. "Exploraré las formas de contar una historia con idas y venidas hacia delante y hacia atrás, pero sin interactividad".
Easyfriend se estrenó en formato instalación para la exposición Pero dime la verdad, abierta en la sala Rekalde de Bilbao hasta el 9 de julio.
EASYFREIND: www.easyfriend.org AGUIRREZABALA: www.robertoaguirrezabala.com
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.