Conducir a 90 kilómetros por hora en ciudad y a 190 en autovía será castigado con cárcel
El Gobierno excluye de los indultos a los condenados por delitos contra la seguridad vial
No habrá tregua para los infractores, porque el "coste económico y humano [de los accidentes de tráfico] es insufrible e insoportable", como señaló ayer el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar. Acorralar administrativa y penalmente a quienes en la carretera no respetan su propia vida ni la de los demás es el objetivo de las medidas emprendidas por el Gobierno: lo es el carné por puntos, que llegará en 10 días, y también la reforma del Código Penal, que establecerá unos límites claros para castigar con penas de cárcel ciertas conductas: conducir a 90 kilómetros por hora en vías urbanas, a 160 en carreteras de un solo carril por sentido y a 190 en autopistas y autovías, así como circular con 1,2 gramos de alcohol en sangre.
El anteproyecto de reforma del Código Penal llegará al Consejo de Ministros a finales de julio, y al Congreso en octubre. López Aguilar desgranó en la Comisión de Seguridad Vial de la Cámara baja los límites y supuestos que se incluirán en el texto legal en relación con la seguridad vial. La batalla se dirige principalmente a dos conductas de alto riesgo: el alcohol y la velocidad, que se castigarán con hasta dos años entre rejas, y la suspensión de hasta seis años de la autorización para circular.
Actualmente estas conductas están tipificadas -fueron incluidas por primera vez en 2004-, pero no se establecen unos límites claros, por lo que los jueces se encuentran con una legislación ambigua y difícil de aplicar, que crea una situación de impunidad en la carretera y hace que muchos infractores prefieran que se les aplique la vía penal antes que la administrativa.
- Alcohol. El límite de alcoholemia permitido está en 0,50 gramos por litro de sangre -0, 25 miligramos por litro de aire espirado- y en 0,30 gramos para los conductores profesionales y noveles -0,15 en aire-. El ministro de Justicia anunció que será delito conducir portando en las venas una tasa igual o superior a 1,2 gramos de alcohol por litro de sangre. Para ello es necesario consumir aproximadamente (dependiendo del peso) unos seis vasos de vino o cuatro whiskys con cola.
- Velocidad. Las restricciones más duras a la velocidad se establecen en las vías urbanas, donde un atropello a 80 kilómetros por hora es casi siempre mortal. Cuando se apruebe la reforma del Código Penal, superar la velocidad permitida en vías urbanas en 40 kilómetros por hora, es decir, ir a 90 o más, podría suponer encarar una condena de prisión. En carretera, se considerará delito superar los límites en 70 kilómetros por hora (ir a 160 o 170 dependiendo de la vía); y en autovía conducir a 180 o 190, dependiendo de si el límite está establecido en 110 o 120 kilómetros por hora. El actual artículo 381 del Código Penal hace referencia a "conducir con temeridad manifiesta y concreto peligro para la vida o la integridad de las personas (...) en los casos de conducción bajo los efectos del alcohol", pero no establece límites concretos, aunque contempla penas de cárcel de hasta dos años, y la suspensión del carné entre uno y seis años.
- Carné de conducir. La experiencia de otros países europeos que han aplicado el carné por puntos indican que no sirve de mucho retirar permisos si el infractor no respeta la suspensión y las carreteras se llenan de conductores sin puntos. Por eso la reforma es vital en este aspecto. Tanto si la retirada del permiso se produce por vía administrativa como penal, quienes conduzcan tras quedarse sin permiso o sin haberlo obtenido nunca, también podrían acabar entre barrotes. Asimismo se tipificarán las imprudencias al volante que provoquen muertes o lesiones.
- Prerrogativa de gracia. El ministro de Justicia señaló que el Gobierno no concede ni concederá indultos a los condenados por delitos relacionados con la seguridad vial, al igual que en el caso de los violadores o los maltratadores. "De esta forma", subrayó, "se enviará un mensaje de que no tiene pase conducir bajo los efectos del alcohol y llevarse por delante vidas humanas". López Aguilar indicó que el objetivo no es que todo el mundo vaya a la cárcel, y apostó, especialmente cuando se produzca la primera condena, por que el infractor trabaje para la comunidad o supere cursos de reeducación, de forma que se "garantice la no reincidencia y el Código de la Circulación se tome en serio". También aludió a la mejora de la actuación de jueces y fiscales en relación con los delitos de seguridad vial, siniestralidad ambiental, corrupción urbanística y violencia de género, para lo que anunció dos millones de euros para su formación continuada, de forma que se potencie "la vigilancia y el celo".
La del ministro de Justicia es la penúltima comparecencia del periodo de sesiones en la Comisión de Seguridad Vial, en la que han vertido sus propuestas 16 comparecientes -asociaciones de víctimas, el defensor del Pueblo, entre otros-, que le fueron entregadas. La última comparecencia será la del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el día 28, a sólo 72 horas del carné por puntos.
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