El día que nació la naranja mecánica
Wolf rememora el Holanda-Argentina de 1974: "La única vez en mi vida que sentí impotencia"
Louis van Gaal asegura que la perfección no existe en el fútbol, pero sabe que Holanda se acercó mucho a ella durante los 90 minutos de aquel partido. La teoría puede que se sostenga, pues Holanda pudo meter diez goles y marcó cuatro, pero, así y todo, al actual entrenador del AZ, el club que más jugadores aporta a la oranje, el recuerdo de aquel Holanda-Argentina de 1974 le sigue pareciendo una exhibición "fantástica". Sin duda, lo fue.
Carnevali se tomaba su tiempo para volver a poner la pelota en juego cada vez que Holanda remataba sobre su portería, cosa que sucedió cada dos por tres en aquel partido: "¡Dále, sacá!", le gritaba Perfumo, el capitán de Argentina. "Tranquilo, que nos la quitan muy rápido", le contestó en una de ésas el guardameta. Allí vive todavía el hombre que tapó la portería albiceleste aquel 26 de junio de 1974 en Gelsenkirchen, cuando, liderada por Cruyff, la máquina que había ideado Rinus Michels pasó por encima de Argentina.
Tal fue la superioridad que hay quien recuerda aquella tarde como el partido que sólo jugó un portero. Normal: durante toda la primera mitad, Jongbloed, el unico cancerbero que ha jugado un Mundial con el 8 a la espalda, apareció en la televisión dos veces con el balón en la mano: la primera, en el calentamiento; la segunda, recogiendo la cesión de un compañero.
El único jugador argentino que logró pasar del medio campo durante todo el primer tiempo fue Wolf, que jugó aquel partido como lateral y hoy, 24 años después, estará tambien en Alemania, esta vez como comentarista para Radio Rivadavia, tras superar un problema de corazón. Wolf, al que Cruyff felicitó por ser capaz de cruzar el medio campo, recuerda: "Fue la única vez en mi vida que sentí impotencia en un campo. Nos pasaron por encima, literalmente. Ahora lo veo y no me parece tanta la diferencia, pero aquel día me quise morir", recuerda el que fuera jugador de la UD Las Palmas y del Real Madrid. Felizmente recuperado de un infarto, de lo que no se ha recobrado aún ni lo hará nunca es del impacto que le causó la Holanda de Cruyff en aquel Mundial. "Fue la última gran revolución futbolística que se ha dado", aseguraba ayer, camino de Francfort. Y concluía: "Eran tan buenos que Krol jugaba de lateral". Tan buenos que Argentina no la tocó.
Argentina y Holanda se han enfrentado tres veces en una fase final de un Campeonato del Mundo. Argentina perdió en 1974 (4-0), ganó la final de 1978 (3-1) y cayó en Marsella en 1998 en las semifinales (2-1). Puede que hace 24 años, en Alemania, Holanda se consagrara ganando a Brasil, días después, camino de la final. Pero fue contra Argentina, el 26 de junio, cuando la selección holandesa se convirtió en la naranja mecánica.
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